En plena cuenta atrás para la exhumación de los restos de Franco del Valle de los Caídos, el acontecimiento nacional que marcará un antes y un después en la historia de la democracia, el Concello de Baiona seguirá los pasos del Gobierno de España en la reparación del sufrimiento de las víctimas de la dictadura. El alcalde, el socialista Carlos Gómez Prado, aseguró ayer que la Ley de Memoria Histórica, aprobada en 2007, se cumplirá "por fin" en el municipio. El primer paso simbólico que dejará claro el cambio de rumbo del tripartito progresista respecto a las políticas del PP al respecto durante los últimos quince años se dejará notar en el homenaje a los asesinados en la Volta dos Nove que el Instituto de Estudos Miñoráns (IEM) programa el próximo día 26 de octubre a las 12.00 en el cementerio municipal. Diez años después de encargarla, la entidad cultural podrá colocar la placa con los nombres de los nueve miñoranos ajusticiados por falangistas la madrugada del 15 de octubre de 1936 en la curva de A Bombardeira, en Baredo. El gobierno popular presidido por el exalcalde Jesús Vázquez Almuiña se lo prohibió en 2009 y la coalición PSOE-BNG-Nós ha autorizado su instalación.
"Non buscamos a polémica, só entendemos que houbo nove asasinatos e hai que recordalos e conmemoralos onde ten que ser", explicó ayer el regidor. La lápida de piedra rendirá honores a los miñoranos asesinados en venganza por la muerte de un falangista en Sabarís junto a la fosa común del camposanto, donde los testimonios vecinales apuntan a que fueron enterrados. Arqueólogos del IEM la excavaron en el verano de 2009 en busca de sus restos, pero no los encontraron. Fueron numerosos vecinos los que apuntaron a que las familias los retiraron en la década de los 40 del pasado siglo para darles sepultura en sus nichos.
Esa fue la razón por la que el gobierno del PP rechazó la placa homenaje. La comisión municipal de honores se pronunció en contra por no existir constancia documental de la presencia de los cuerpos en el cementerio baionés. Una decisión que sembró la polémica en su momento en el municipio porque se trata del episodio más atroz de la represión franquista en la comarca, que se recuerda cada año desde 2005 en el propio escenario del crimen, donde el IEM colocó un monumento y donde, misteriosamente a lo largo de los años, aparecían nueve cruces pintadas de forma anónima en recuerdo a las víctimas.
La reconciliación del Concello baionés con este terrible suceso de su historia reciente se completará con el estreno en la villa del documental "A Volta dos Nove", de Antonio Caeiro. Una cinta acerca de la matanza que recorrió Galicia en 2014 y que nunca llegó a proyectarse en la localidad, según indicó Carlos Gómez, quien espera hacer cumplir la Ley de Memoria Histórica en los próximos meses con la retirada de los símbolos franquistas de cualquier lugar público. El único gesto al respecto se produjo en el municipio mucho antes de entrar en vigor la citada ley. Fue en 2003, recién estrenado el gobierno PSOE-BNG, que cambió los nombres a tres calles: General Franco por Areas, José Antonio Primo de Rivera por Rúa do Reloxo y Cristo Rey por Camiño da Quirincosta.
