El Concello de Tomiño homenajeará en el acto cívico de las fiestas del Alivio a uno de sus vecinos más polifacéticos: José María Gude. Aunque nació en Calvos de Randín (Ourense), José María, más conocido como Pepe, se considera tomiñés, aunque sin renunciar a sus raíces orensanas, porque "la vaca es de donde pace, no de donde nace". Llegó al Baixo Miño para ejercer de maestro y, más tarde, formó una familia y desarrolló una intensa actividad cultural y asociativa que lo ha mantenido "desaburrido" desde 1977, año en el que se afincó en Tomiño.

La enseñanza ha sido uno de los pilares fundamentales de su vida y por su aula han pasado "kilómetros de alumnos". Primero por la del colegio Mosteiro (actualmente Pedro Caselles) y después por la del instituto de Tomiño (hoy IES Antón Alonso Ríos). Su padre fue su referente en el ejercicio de esta profesión, que estará siempre vinculada a él, pues, tal y como indica, a día de hoy se encuentra con sus exalumnos por la calle y le siguen llamando "profe", y eso que "algunos de ellos ya son abuelos".

Fruto del trabajo en el aula con el alumnado comenzó a desarrollar su faceta etnográfica, que materializó en la edición de las obras "Mitos e lendas de Tomiño" y "Val de Tebra, unha historia por escribir". Sobre el primero está trabajando en una segunda edición más a amplia, a petición popular, y de "Val de Tebra, unha historia por escribir" indica que es un homenaje al lugar en el que vive, "posiblemente el valle más hermoso de Galicia". "Tomiño no está lo suficientemente estudiado y reconocido", reflexiona.

De esta preocupación por el patrimonio inmaterial nació el grupo "Airiños de Tebra", una formación de música y baile tradicional que formó a varias generaciones de jóvenes. "Airiños de Tebra" llevó el nombre de Tomiño más allá de las fronteras peninsulares, visitando en dos ocasiones Argentina, donde recibieron la Medalla de Honra á Galeguidade. Recuerda el grupo con una mezcla de alegría y añoranza y, aunque ya extinguido, asegura que el contacto con sus miembros es continuo.

Otro colectivo del que es promotor es de la Asociación de Coches Clásicos del Baixo Miño, una iniciativa que busca recuperar un objeto que marcó una época importante en la vida de muchas personas. "Aquel 600 que llevaba a toda la familia, el saco de patatas, la abuela y los animales", recuerda con nostalgia mientras atiende la llamada de FARO sentado, precisamente, en uno de sus coches clásicos.

Toda esta actividad asociativa es el resultado de "no saber decir que no", bromea. Por ello y por su aportación a la recuperación y valorización del patrimonio etnográfico del municipio, el Concello homenajeará a Pepe Gude el 15 de septiembre dentro de la programación de las fiestas del Alivio. Una distinción que no se esperaba y que no se cansa de agradecer.