El conflicto del percebe sigue dando coletazos e impide recuperar la paz en la Cofradía de Pescadores de Baiona. Dos años después de los enfrentamientos por la separación de los plantes de explotación del percebe, las tensiones entre parte de los percebeiros y la dirección de la entidad continúan muy presentes y han llegado ya a los tribunales. Cinco mariscadores de a flote se enfrentan a la patrona mayor, Susana González, y la acusan de proferirles insultos a través de WhatsApp. El Juzgado de Paz de Baiona acogió ayer un acto de conciliación que finalizó sin acuerdo. Así que presentarán una demanda por la vía penal contra la máxima responsable del pósito por un supuesto delito de injurias y calumnias, según anunciaron.

Los hechos denunciados se produjeron el pasado 6 de abril, fecha en que los diarios publicaban informaciones sobre la sentencia del Juzgado de lo Contencioso Administrativo Número 2 de Vigo que anulaba las cuentas de 2016 de la Cofradía a raíz de un recurso de los mismos percebeiros por considerar que se les había impedido el acceso a la documentación para realizar alegaciones. La patrona emitía ese día varios mensajes en el grupo de WhatsApp de la xunta xeral, integrada por 18 socios, junto con un enlace a la noticia.

En unos lamentaba que la entidad no se personase y defendiese en el proceso por estar en ese momento gobernada por la gestora que tomó las riendas en noviembre de 2017 al dimitir en bloque la mayoría de la junta para forzar a González a abandonar el cargo de patrona, para el que fue reelegida por aclamación tan solo once meses más tarde, el pasado octubre. Apuntaba además en los mensajes que "estes señores tiveron un mes para consultar toda a documentación da Cofradía, 15 días antes e 15 días despois de aprobar as contas" y se refería a ellos como "persoas indecentes, que non paran de intentar arruinar esta entidade".

Los percebeiros consideran que estos textos atentan contra su honor y por eso iniciaron el pleito con una demanda de conciliación en el Juzgado de Paz, en la que reclamaban a Susana González disculpas públicas y una indemnización de 500 euros para cada uno por los daños morales causados.

La patrona no se personó ayer en la sala baionesa. Fue su abogado el que declinó las pretensiones de los demandantes. El letrado negó que González "profiriese expresiones ofensivas, injustas, inciertas y graves hacia los conciliantes susceptibles de vulnerar su derecho al honor o desacreditarlos". Apeló a que "se ha limitado, en su calidad de patrona mayor, a ejercer su derecho a la libertad de expresión, el cual comprende la emisión de juicios, creencias, pensamientos y opiniones de carácter personal".

La denuncia por la vía penal le exigirá igualmente que se retracte y pida perdón y la misma compensación económica de 2.500 euros en total, señalaron los mariscadores.