Las dos veces pasó por el Val Miñor, del que tomó al menos una veintena de imágenes que publicaría más tarde en un libro titulado "The Galician Provinces of Spain: Pontevedra and La Coruña", que dedica un capítulo entero a Baiona, localidad que define como "encantadora". Escenas relacionadas con el sector pesquero, la actividad agropecuaria y los paisajes centran el contenido de las imágenes, acompañadas de valiosas descripciones etnográficas en quince páginas.

"Sería muy difícil imaginar un paisaje de mayor serenidad que este pequeño río", dice en el texto la investigadora en referencia al Miñor a su paso por el puente románico de A Ramallosa. De su estancia en la villa baionesa, habla con cariño de sus tres guías: don Herminio, don José y don Antonio, que le mostraron las peculiaridades de la población y le contaron los capítulos más interesantes de la historia local, desde la llegada de "La Pinta" con la noticia del Descubrimiento al ataque del pirata Francis Drake. Describe la calle Elduayen, la península "defensiva" de Monte Real, y relata con pelos y señales la procesión de la Anunciada, la danza de espadas y los desfiles de gigantes y cabezudos.