El pan de Porriño se remonta a principios de 1600. Es del siglo XVII de cuando datan los primeros escritos que hablaban del pan de trigo de Porriño y de la existencia de la Fábrica de Pan de Munición, albergando la villa del Louro una de las siete panificadoras creadas en aquel entones en Galicia, la cual abastecía a las tropas militares de la antigua provincia de Tui. Según se recoge en algunos documentos, la función de estas fábricas era elaborar pan de munición y bizcochos para las tropas que de manera permanente estaban en las plazas, mientras que los pequeños hornos cocían las bolas que se vendían en las villas de la comarca.

Cientos de años después, un joven emprendedor del sector decidió recuperar el pan de munición "a modo de homenaje a aquella época y a la tradición panadera de la villa", explica Luis Iglesias, propietario de Amaquía, que a pesar de que cuenta solo con 15 años de historia se ha propuesto poner en valor un producto "que, por ser de consumo diario y ser un complemento de la alimentación de nuestra mesa, a veces pasa desapercibido y no se valora su aporte nutritivo y el conocimiento que tiene detrás".

En su objetivo por innovar y por ofrecer productos únicos y diferentes, nació la idea de elaborar pan de munición, una marca registrada por la propia panadería según confirma su dueño. "Nuestro pan de munición es un producto que existió y que ahora devolvemos a nuestra mesa reinventado". Como indica en la cinta que rodea cada bolla "está elaborado con masa madre y una selección de harinas, entre ellas, la harina gallega. Su larga fermentación crea un pan con miga húmeda y corteza espesa, que se mantiene más fresca durante más tiempo. Ideal para acompañar a los platos típicos de nuestra gastronomía".

Este pan tiene a sus clientes fijos pero también son muchos los que se atreven a probar esta especialidad, "sobre todo los fines de semana o en épocas festivas". El pan de munición se presenta en forma de bolla de unos 750 gramos aproximadamente y se puede adquirir en cualquiera de los tres establecimientos de Amaquía, en el centro de Porriño, en Torneiros y en Puxeiros (Mos).

Especialidades

Tratando de poner en el mapa de la vanguardia panadera a un concello que siempre ha tenido fama por su pan, en el obrador de Amaquía existe una importante faceta creativa. Así, elaboran a diario diversas especialidades para ofrecer "algo diferente" a lo que uno se puede encontrar en cualquier otra panadería. Además de la típica barra de pan de trigo o chapata, también disponen de pan de aldea, italiano, de cereales, de espelta, bajo en gluten, de maíz, de higos y frutos secos o incluso pan de molde con verduras.

A mayores, en determinadas épocas cuecen barras y bollas más especiales aún o relacionadas con las fechas. Por ejemplo, las pasadas navidades elaboraron pan de champán con caviar y pan de paté a la pimienta y piñones.