La mayor preocupación de los vecinos ha sido hasta el momento la afección de la instalación sobre los manantiales de la parroquia. "Esa é a principal pega, pero non a única", advirtió ayer el portavoz municipal del Bloque, Iago Pereira, durante la reunión con los vecinos. Los nacionalistas apuntan a un "desastre" también para el ganado criado en libertad en la zona al eliminarse 60 hectáreas de pasto y a una "usurpación encuberta" de los terrenos a la comunidad de montes. Pereira explicó que la reciente modificación de la Lei do Solo no permite a los comuneros oponerse al proyecto si la Administración lo considera de interés general, sino únicamente a la expropiación, prevista en 2 millones de euros. Por eso insiste en la importancia de hacer hincapié en las alegaciones en que los montes afectados no solo son de uso forestal, sino ganadero y sociodeportivo.

Advirtió asimismo de que, en caso de que aparezca un inversor que lo desarrolle, el proyecto puede acabar en "ruina para o Concello". El documento contempla un canon anual de 30.000 euros que los gestores deberán abonar al Ayuntamiento durante 30 años. Un total de 900.000 euros frente a los 2 millones que habrá que invertir en la expropiación, "por non falar da posibilidade de que renuncien, coma no caso do aparcamento do Aral e a Administración local teña que facerse cargo".