Un barco encallado en plena Praia América sorprendía en la tarde de ayer a cientos de bañistas, que escrutaban la nave en busca de alguna explicación: ¿Cómo había llegado hasta allí?

Horas atrás, sobre las 13.30, el oleaje provocó que la embarcación se desprendiese de su enganche submarino en el puerto de Panxón. Una socorrista se percató de que el barco de recreo se encontraba a la deriva y se dirigía hacia la orilla. En seguida Protección Civil alertó a Salvamento Marítimo y a la Guardia Civil, que desplegaron un operativo para evitar incidentes.

La nave era demasiado pesada para su remolque, así que se optó por dejarla seguir el curso de la corriente hasta que encallase. Para ello se balizó su perímetro, se despejó el arenal y se izó la bandera roja en señal de peligro. Una vez trazado ese círculo de seguridad se monitorizó el avance del barco, que en apenas 20 minutos quedó varado en la playa.

Su propietario, vecino del Val Miñor, fue alertado y se presentó de inmediato en Panxón. Una vez que su embarcación logró cierta estabilidad, intentó su remolque de nuevo al mar, pero la marea baja imposibilitó la maniobra. Su nave, la Niña Dos, permanecía posada sobre la arena con el precinto de Protección Civil a la espera de volver al agua.