Mos sale en defensa de su pazo

Hay un lugar en Mos que hoy se despierta en 1809. Lleva haciéndolo desde hace nueve años. Se trata del Pazo de Mos y su entorno, que viaja a principios del siglo XIX en el municipio, adentrándose en plena batalla contra los invasores franceses y detallando muchos de los episodios que allí sucedieron. Acompañando a la historia, artesanía y gastronomía. Y alrededor de todo ello, una completa programación que este año incorpora novedades como la representación del cobro de los fueros que los marqueses y su administrador realizaban al pueblo.

La asociación Festa da Prehistoria, organizadora de la Festa Arde o Pazo, recuperará para la presente edición el concurso de "espantallos" con el objetivo de que estos formen parte indispensable en la decoración de la propia festividad y que posteriormente se integren en el paisaje del municipio mosense. "En las pasadas ediciones se instalaban en diferentes parcelas rurales de la parroquia de Mos, pero este año tenemos la intención de llegar a otras zonas como Amieirolongo, en la parroquia de Sanguiñeda, o Louredo, aunque dependerá de la participación, claro está", señala Marcos Escudero, miembro de la organización.

Será la cuarta edición del concurso y la idea es que los espantapájaros formen parte de la decoración del entorno del pazo de Mos mientras se celebra la fiesta, para que el público asistente pueda puntuar y decidir los premios. Después de la fiesta serán colocados en fincas próximas al Camino de Santiago a su paso por Mos. "Ha tenido muy buena acogida y este concurso pretende recuperar esta figura cada vez más difícil de encontrar en el rural mosense debido a la disminución de las tareas agrícolas en general y sobre todo el cultivo de maíz en las orillas del río Louro", según apunta la dirección del festival.