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LOURIÑA

Fidenciano siempre llamaba tres veces

Vecinos de dos barrios de Porriño piden que una plaza lleve el nombre de un cartero

Fidenciano siempre llamaba tres veces

La Asamblea de la Asociación de Vecinos de San Benito y San Sebastián celebró el pasado viernes su asamblea ordinaria en la que se aprobó la petición de un socio: promover ante el Concello do Porriño que el entorno de la capilla de San Sebastián de Porriño pase a denominarse Plaza de Fidenciano Palacín Míguez, histórico cartero de la localidad, fallecido en 1989, e impulsor de la fiesta de San Sebastián, figura muy querida en Porriño y sus parroquias.

"Le querían como uno más de la familia, fueron muchas veces las que se identificaba con las cartas que entregaba, con malas o buenas noticias.... Siempre respetuoso con los demás, en tiempos de la emigración y de la guerra su llegada era siempre esperada", explica un vecino.

Fidenciano Palacín nació en Tamarón (Burgos) en 1906 y comenzó su carrera de cartero en Porriño al que se trasladó en 1932, después de una temporada en Francia donde cursó estudios y acumuló una importante formación y sirvió como maestro de niños sordomudos.

"Después de su traslado a Porriño, Fidenciano comenzó su actividad de cartero oficial siendo una persona muy apreciada por su servicio y siempre cortés atención", explica Iván Vaqueiro, secretario de la Asociación de Vecinos. Cuentan los vecinos que lo conocieron que leía las cartas a aquellas personas que no sabían leer cuando las entregaba, pero una de sus acciones más destacables y por las que más se le recuerda fue durante la guerra. "Fidenciano esperaba siempre el correo que llegaba en el tren nocturno y lo revisaba para ver si llegaban cartas desde el frente de la guerra. Si era así, sabedor de la angustia y nervios de las familias que tenían familiares en la frente, marchaba a pie y de noche a repartir la carta a la familia del combatiente y si no sabía leer, le leía la misiva y el mismo redactaba, con la familia, otra para que por la mañana pudiera salir ya la respuesta y quedar esa noche tranquilos".

Este hecho, unido a su gran memoria y conocimiento de la geografía del Ayuntamiento, le valió el cariño y reconocimiento de muchas familias de Porriño y de sus parroquias, hasta el punto de que se solía decir que si alguien no conocía a alguna persona, lo mejor que se podía hacer era preguntarle a Fidenciano quién era y donde vivía.

Fidenciano Palacín trabajó 41 años de cartero, hasta que finalizada esa labor, trabajó un tiempo en el sector de las pólizas bancarias en el Banco Simeón. Falleció a los 82 años el 21 de marzo de 1989.

En el año 1987, Fidenciano Palacín recibió el premio Círculo al Recuerdo por su gran labor social en Porriño.

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