Las obras de la nueva rotonda que mejorará el acceso a la parroquia de Cedeira trae de cabeza a los residentes de la zona. A la complicación que suponen los trabajos que se acometen en la N-552 (Redondela-Vigo) desde hace varios meses para los miles de vehículos que transitan a diario por la carretera -una situación que ya denunció la Agrupación de Electores-, ahora se suma la desaparición de la mediana que permitía el giro hacia el barrio de O Cruceiro.

El presidente de la Asociación de Vecinos "San Bernardo" de Cedeira, Carlos Covelo, denuncia las incomodidades que estas obras están causando a los vecinos, y sobre todo el peligro que supone la desaparición de la mediana. Los conductores que proceden desde Redondela deben ahora dar un rodeo de medio kilómetro para acceder al barrio de O Cruceiro al tener que desplazarse hasta el camino de A Portela, y ahí dar la vuelta para regresar por la N-552. "Esto les obliga a realizar el giro en la nacional en un tramo que, aunque está permitido, supone un riesgo debido al elevado tráfico de vehículos que soporta", apunta.

De igual manera, los turismos que se incorporan desde este barrio de Cedeira a la carretera nacional para ir a Vigo deben salir en dirección a Redondela y bajar hasta la antigua estación de A Portela, para dar la vuelta y regresar.

Desde el colectivo vecinal reconocen que en los últimos días se ha mejorado la señalización y la iluminación de la zona de obras en la carretera, pero piden que aceleren los trabajos de la rotonda para que esté operativa cuanto antes debido al perjuicio que causa a los conductores.

Los trabajos desarrollados en la zona suponen una inversión de 2,8 millones de euros y pretenden mejorar la seguridad vial en los accesos al barrio de O Cruceiro, donde se construye un supermercado Mercadona, y a la zona industrial y residencial de A Portela.