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BAIXO MIÑO

Pescadores piden que los restaurantes distingan en su carta la "lamprea del Miño"

La saturación del mercado por lamprea francesa abre una "guerra" de precios a la baja que les perjudica - La gala se vende a 13 euros al restaurador y la de la zona cotiza entre 10 y 15 en lonja

Fernando Ferreira. // J.V.

La defensa de la lamprea del Miño, con etiqueta como producto autóctono de calidad, exige apoyos. La francesa, que comercializa legalmente un viverista afincado en la zona, está saturando el mercado desde la pasada semana y la consecuencia inmediata ha sido una "guerra" de precios a la baja para poder colocar el producto. Los pescadores del Miño son los directamente afectados y esta situación se suma al proceso de legalización de su actividad, que supone un desembolso importante. La propuesta y petición que hacen es que los restauradores que adquieran su producto distingan en sus menús la "lamprea del Miño", figurando con ese nombre en la carta.

Fernando Ferreira, presidente de la Asociación de Pescadores del río Miño considera que con la introducción de lamprea francesa "están reventando el mercado y el resulta que el consumidor final no sabe nunca su procedencia".

La temporada de captura de esta antigua especie comenzó el pasado 4 de enero y la campaña finalizará el 22 de abril. Un total de 99 licencias profesionales autorizan la captura de esta especie en el Miño, junto con otras. Se calculaba un precio de 30 euros por cada uno de los primeros ejemplares que se pescaron en el tramo final del río, en A Pasaxe de Camposancos.

La situación actual, es muy distinta. La lamprea francesa, que primero se vendía a 23 euros, puede adquirirse al precio de 13 euros que paga el cliente final (restaurador), después de que también se abaratase el precio de la capturada en el Miño, que ahora se vende entre 10 y 15 euros la pieza.

"Las pocas capturas que se registran por barca en este año, con una media aproximada de dos ejemplares por día trabajado, demuestran que no se puede vivir de este oficio", valora Ferreira.

Critica el presidente de la Asociación de Pescadores que el producto importado desde Francia es fácil de introducir en establecimientos hosteleros que tienen habitualmente mucho movimiento de clientela. Los establecimientos tradicionales prefieren seguir con su proveedor habitual, pescador del Miño.

Es el caso del restaurante El Molino, de Tui, donde Purificación Fernández confirma que "en la carta hacemos constar lamprea del Miño a la bordalesa. Sólo servimos la que nos trae nuestro suministrador de siempre, que es pescador del Miño". Una lamprea, servida en su comedor cuesta 60 euros.

Manuel Cerviño, del restaurante O Cabalo Furado, explica que "servimos lamprea del Miño, pero siempre por encargo. El precio depende de la cotización del día".

Especie casi única

La lamprea de río Lampetra fluviatilis que tanta satisfacción proporciona en esta época del año a un amplio sector de gastrónomos, es un pez agnato, sin mandíbulas, perteneciente a los Petromyzontiformes y una de las pocas especies actuales de su clase Hyperoartia.

Tiene una curiosa morfología. Su boca es circular y es capaz de roer y sujetar a su presa. Vive en aguas poco profundas, nace en los ríos y luego va al mar. Cuando llega el momento de procrear, en otoño e invierno, regresa al río de origen. El largo de un ejemplar adulto está entre los 25 a 40 centímetros en ríos. Se alimenta como un ectoparásito, aferrándose a los flancos o branquias de los peces.

Las larvas jóvenes, conocidas como ammocoetes, pasan varios años en sedimentos blandos antes de migrar al mar como los adultos.

La lamprea también tiene su leyenda como gran manjar de césares en el antiguo imperio romano.

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