Los vecinos de Esfarrapada exigen que se mejoren las deficiencias de la red de pluviales

Las lluvias de los últimos días han puesto en evidencia el resultado de la reforma viaria de la zona de Esfarrapada, en el casco viejo de Redondela. La inclinación de la calle hacia las fachadas de las casas en vez de hacia el centro, como estaba anteriormente, además de la mala ubicación de los desagües y las canalizaciones de recogida de aguas causaron pequeñas inundaciones en viviendas y garajes, por lo que los vecinos temen que con la llegada de los temporales del invierno la situación empeore.

Los residentes de este lugar ya advirtieron el pasado verano, durante las obras, las numerosas deficiencias detectadas en esta actuación, en la que se procedió a la renovación integral del saneamiento, abastecimiento y recogida de aguas pluviales por un importe de 299.957 euros. Sin embargo, los trabajos continuaron sin realizar las correcciones planteadas por los ciudadanos y ahora con las primeras lluvias llegan los problemas. "Todo se hizo con prisas e improvisación, sin niveles ni cotas, y ahora comenzamos a sufrir las consecuencias", explica José Manuel Villar, uno de los residentes de la zona que asegura que presentó tres quejas por escrito ante el Concello. "Tenían que haber rectificado durante las obras, que es cuando avisamos, ya que ahora si levantan la calle el coste será el doble", señala.

Una de las más perjudicadas por la actuación es Herminia Gómez, que reside en una casa en la que desembocan las aguas que caen por la calle Esfarrapada. "En su momento les dije a los operarios que la caída para la recogida de las aguas pluviales debía ser hacia el centro, como estuvo siempre, pero me dijeron que no me preocupase, que estuviera tranquila, porque ni aunque viniera un tsumami me entraría una gota en casa. Y ahora, con las primeras lluvias, ya se ve quien tenía razón, porque las arquetas y los desagües están en las zonas por las que no circula el agua y no se recoge nada", afirma.

Otro de los problemas son los abombamientos en algunos puntos de la calle o el excesivo desnivel en otros lugares. Para solucionar este problema en algunos viales con pendiente se pusieron escaleras, "aunque los peldaños son muy bajos e incómodos", indica Manuela Suárez, otra de las afectadas, que los considera una barrera arquitectónica que causa problemas a las personas con movilidad reducida en una zona en la que residen muchas personas mayores.

También advierte del firme resbaladizo y peligroso para los viandantes y que varios portales quedan a alturas muy distintas de las que tenían antes, muchos de ellos por debajo del nivel de la calle.

El PSOE de Redondela ya denunció esta situación el pasado mes de julio y también AER presentó una pregunta en un pleno pidiendo explicaciones al gobierno local sobre esta actuación.