La empresa Covsa finalizará la reforma de la Estrada do Galleiro (EP-2906) en el plazo de dos semanas después de que la compañía eléctrica Fenosa retire sus postes de alumbrado de esta carretera de la parroquia redondelana de Vilar de Infesta.

Según informó la Diputación, administración de la que depende este vial, ya requirió en varias ocasiones a Fenosa desde el mes de abril para que retome de forma urgente el soterrado de las líneas eléctricas que pasan por la carretera EP-2906 entre Os Valos-Guizán, y poder así finalizar las obras. La asociación de vecinos de Vilar expresó sus quejas a través de FARO por el retraso que acumula esta obra, ya que los residentes de la zona llevan más de un año soportando molestias y continuos problemas sin que nadie les informe del las causas del lento avance de los trabajos.

Desde el organismo provincial aseguran que en estos momentos quedan por eliminar unos 25 postes de luz en todo el tramo, trabajo que tiene que realizar la empresa eléctrica obligatoriamente. El diputado provincial de Infraestruturas, Uxío Benítez, indicó que el departamento que dirige está trabajando para sacar adelante las obras, "y tanto el Concello como los vecinos saben que en ningún caso esta actuación está paralizada por abandono de la Diputación o de la contrata, sino que hay un problema de lentitud por parte de Fenosa, a la que ya se le avisó para que retome la actividad en varias ocasiones".

En este sentido, indicó que tan pronto como esté realizado el soterramiento de las líneas, la empresa adjudicataria, Covsa, ejecutará el resto de las actuaciones en solo dos semanas. "Quedan por rematar las aceras, con la instalación de las losetas en las bases de los pilares del tendido, asfaltar, instalar la señalización vertical y realizar el pintado", explicó el nacionalista, que asegura que sería problemático proceder al asfaltado en la situación actual.

Los vecinos denunciaron que las obras se encontraban prácticamente en situación de abandono después de que los operarios apenas apareciesen por el lugar en los últimos tres meses y temían que después de veinte años de reivindicaciones para mejorar la seguridad vial en la zona con aceras, los trabajos se quedasen ahora a medias sin rematar.