La interconexión peatonal de los tres municipios de la comarca miñorana ya no será posible, al menos por el momento. El gobierno local de Gondomar ha perdido las subvenciones para llevar a cabo el proyecto del paseo fluvial que uniría la villa condal con A Ramallosa junto a la ribera del río Miñor, según asegura el grupo municipal del BNG, único en la oposición. El concejal nacionalista Pauliño del Río denuncia la "falla de xestión e interese" del tripartito gondomareño, que acaba de dejar escapar la financiación externa de la obra por presentar la documentación fuera de plazo.

El presupuesto de la actuación que el Bloque puso en marcha hace dos años, durante su etapa en el gobierno municipal, alcanzaba los 375.043,37 euros, de los que 293.906,66 estaban comprometidos por la Xunta de Galicia y por la Diputación Provincial de Pontevedra. El expediente, al que ha tenido acceso Del Río, incluye ahora dos comunicaciones por parte de ambas administraciones, que desestiman la petición de las subvenciones solicitadas por anomalías. La del Ejecutivo gallego tiene fecha del pasado 30 de julio y la del organismo provincial, del 30 de marzo.

El nacionalista califica lo ocurrido de "unha mostra máis do despilfarro e a corrupción dun goberno más preocupado pola desobediencia xudicial e as leas internas dos alcaldables, que polos servicios aos veciños e a xestión eficaz". La gravedad de la pérdida se agudiza, afirma Del Río, ante la sencillez de las gestiones que tendría que haber realizado el tripartito, "xa que o BNG deixou o proxecto preparado para ser executado". Y es que, además de las cesiones por parte de los propietarios de los terrenos, los nacionalistas habían logrado los permisos sectoriales de Augas de Galicia, Axencia de Protección da Legalidade Urbanística, Costas del Estado, Servicio de Estradas de la Diputación y Dirección Xeral de Patrimonio.

El proyecto diseñado contemplaba una senda peatonal de 4,9 kilómetros, desde el parque da Coelleira, en el centro urbano de la villa condal, hasta el puente románico de A Ramallosa, pasando por las parroquias de Mañufe, Donas y Borreiros. El camino tendría un ancho de dos metros y contaría con un puente de madera para cruzar de Mañufe a Donas, así como varias pasarelas, también de madera, en distintos puntos del cauce como en el puente románico de Mañufe. La iniciativa pretendía sustituir la vegetación existente por árboles autóctonos, además de retirar la basura y desbrozar las riberas.