El presidente de la Asociación del Pueblo Gitano, Sinaí Jiménez, que defiende desde hace años el colectivo de vendedores ambulantes de etnia gitana, pidió ayer tarde precaución al Concello de Ponteareas en la regulación de la venta ambulante, aunque se mostró dispuesto a que se lleve a cabo.

Sin embargo Jiménez matizó que esta regulación de la venta ambulante "no debe ir acompañada de una voluntad de arrinconar a un grupo de personas "que ganan su pan con el único oficio que conocen y que es de vendedores ambulantes" y avisó del riesgo de exclusión social de muchasde esta gente. "Si se les aparta de su único medio de vida no tendrán más remedio que vivir al margen de la sociedad y en poblados chabolistas y si estamos luchando por la integración estaremos aplicando todo lo contrario".

"Pido a las autoridades sensatez a la hora de aplicar la regulación de la venta ambulante, y que se tenga en cuenta los derechos de las personas y de los trabajadores", dijo.

Asimismo reclamó el mismo rigor que se aplique para las actividades de los ambulantes para los comerciantes establecidos "muchos de los cuáles incumplen la Ley y se cierran los ojos".