El Celta comenzó en la tarde de ayer la serie de seis entrenamientos para preparar el partido del lunes que viene contra Osasuna (El Sadar, 22 horas), aunque está muy pendiente de lo que decida hoy el Comité de Competición en relación a la trifulca que se organizó en los minutos finales del partido contra el Atlético de Madrid y en la que se vieron involucrados Hugo Mallo, Mario Hermoso y Iago Aspas. El forcejeo entre los dos defensas quedó reflejado en el acta arbitral, después de que el colegiado andaluz Munuera Montero expulsase al céltico con dos tarjetas amarillas y al rojiblanco con roja directa. Nada señaló sobre la intervención de Aspas, que al finalizar el partido pidió perdón a Hermoso por meterle un dedo en un ojo. El moañés incluso hizo público al día siguiente su arrepentimiento mientras las redes sociales se inundaban de imágenes de televisión que recogían el momento en que el goleador del Celta entraba de malos modos en la tangana. El club madrileño, por su parte, presentará alegaciones a la expulsión de Hermoso, que podría tener un castigo de entre dos y cuatro partidos de suspensión si los jueces aplican el reglamento en función de lo recogido en el acta arbitral. Si el comité tuviese en cuenta la acción de Aspas, incluso podría atenuarse el castigo al zaguero madrileño.
La decisión del Comité de Competición determinará los planes de Eduardo Coudet para afrontar la segunda jornada de Liga, en la que el Celta se presentará al menos sin su capitán. Mallo será sancionado con un partido por las dos tarjetas amarillas que vio ante el Atlético de Madrid. El capitán estuvo en el origen de la trifulca del domingo después de cometer una falta sobre Luis Suárez. Los compañeros del uruguayo se encararon con el céltico y entonces se formó un tumulto entre integrantes de los dos equipos que el árbitro y sus auxiliares intentaron apaciguar.
Error en el anexo al acta
En A Sede confían en que Competición no entre a analizar las imágenes del “detalle feo” asumido y definido así por Iago Aspas al mostrar su arrepentimiento y pedir perdón a Mario Hermoso. En caso de actuar de oficio en este percance, el céltico se vería amenazado por una importante sanción. En ese caso, Coudet perdería a su goleador de referencia para Pamplona y para algún compromiso más del campeonato liguero.
Aficionados del Atlético de Madrid, mientras tanto, arremeten contra el colegiado andaluz, que ha enredado un poco más la situación al añadir un anexo al acta arbitral para incluir una tarjeta amarilla al zaguero rojiblanco José María Giménez. Munuera señala en la misma que amonestó al internacional uruguayo “por permanecer de pie en su área técnica, tras haber sido advertido para que se sentase”. Giménez jugó el partido completo, por lo que el colegiado quizás lo confundió con otro compañero que estaba en el banquillo.
Los servicios jurídicos del club rojiblanco, por su parte, estudiaron con detenimiento las imágenes de la tangana en Balaídos y han decidido presentar una alegación a la expulsión de Hermoso. El árbitro escribió en el acta que el zaguero vio la tarjeta roja “por agarrar por el cuello con ambas manos a un adversario de forma continuada sin estar el balón en juego”. Desde el Atlético de Madrid consideran que la redacción del acta no se ajusta a lo sucedido en el minuto 95 de partido. En ese momento, Mallo comete falta sobre Suárez pero el colegiado permite que continúe el juego porque Carrasco disponía de una ocasión de gol. Al finalizar la jugada, el capitán del Celta fue a reclamarle al delantero uruguayo que se levantase. Con ventaja en el marcador, el Atlético intentaba romper con pérdidas de tiempo el ritmo de juego de un Celta que buscaba el gol del empate.
Entonces apareció Hermoso recriminando la actitud del céltico. A la trifulca se unieron más jugadores de ambos equipos, sucediéndose los empujones y algún que otro golpe. Munuera Montero zanjó la tangana con la expulsión de Mallo (una amarilla por la falta a Suárez y otra por la trifulca) y de Hermoso (roja directa por el forcejeo con el capitán céltico), así como unas cuantas tarjetas amarillas más para cada equipo.
Nada más finalizar el partido, Aspas hizo autocrítica sobre la tangana: “No nos beneficia. Nos hemos equivocado. A raíz del tumulto hemos tenido dos ocasiones y casi conseguimos el empate, pero bueno. No hemos hecho una buena parte, nos hemos equivocado y en la que han tenido nos han aniquilado”, declaró el moañés para Movistar Plus.
A continuación, el céltico pidió perdón a Hermoso, como reconocería al día siguiente al mostrar un arrepentimiento público: “No fue el resultado deseado para empezar la temporada, pero nos queda el espejo de la segunda mitad para mejorar de cara al futuro. También desde aquí, pedir disculpas a Mario Hermoso, como hice personalmente, por el detalle feo que tuve”, escribió Iago Aspas en su perfil de Instagram.
Las imágenes de televisión delatan al moañés, que espera impaciente, como el Celta, la decisión que hoy tome el Comité de Competición por la trifulca del domingo.
El Spartak no se plantea la cesión de Ponce
El Celta continúa peinando el mercado en busca de un delantero centro y de un defensa central que cubran las necesidades de Eduardo Coudet para la presente temporada, mientras el club intenta firmar el traspaso de Okay Yokuslu y la salida de Emre Mor para cerrar definitivamente la plantilla. En las últimas horas han surgidos dos nombres de futbolistas a los que se les relacionó con el Celta pero que su representante o su club se han encargado de resaltar que no llegarán cedidos a Vigo. Tras el desmentido del zaguero brasileño Bruno Fuchs, del CSKA, le ha seguido el del Spartak, también de Moscú, en relación al delantero Ezequiel Ponce. El club moscovita no contempla ceder a préstamo al atacante argentino. El Celta, mientras tanto, continúa buscando refuerzos.
