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El inquietante invento de Rubiales

Amancio Varela, directivo de la Gallega,junto a Carlos Mouriz y Eduardo Covelo, representantesde Racing de Ferrol y Celta, en la reunión celebrada ayer. // FUTGAL

La Primera Federación, la nueva categoría que Luis Rubiales se sacó hace meses de la manga y en la que el próximo año competirá el Celta B, ya muestra sus primeras lagunas. Lo que el presidente de la Federación Española presentó como un prodigioso invento que reportaría dinero y competitividad para jugadores y clubes ha empezado a generar cierta controversia. Ha sido suficiente con la primera reunión que los clubes ya clasificados han mantenido en Las Rozas para que el fútbol español se llene de inquietud. Sin concreción sobre los ingresos a percibir, con un nivel de exigencia muy alto en lo deportivo y algún requisito en materia de infraestructura que podría complicar la vida a alguno. Rubiales estaba convencido de que podría convertirlo en una fuente de riqueza y los clubes consideran que ahora mismo “no es un producto vendible”.

Reparto de clubes

Los cuarenta clubes que compitan en la nueva Primera Federación se repartirán en dos grupos de veinte que se organizarán por proximidad geográfica.

Ascensos y descensos

Uno de los asuntos que ayer más hicieron removerse en sus asientos a los representantes de los clubes ya clasificados. Solo suben cuatro equipos (los mismos que bajan de Segunda A). Ascenderán los dos campeones de cada uno de los grupos. Segundo, tercer, cuarto y quinto clasificado de los dos grupos entrarán en un play-off. Esos ocho equipos, tras dos eliminatorias, quedarán reducidos a dos equipo que completarán la nómina de ascendidos a Segunda A. En estas eliminatorias (ida y vuelta) no se contemplará el lanzamiento de tanda de penaltis. En caso de igualdad se clasificará el equipo que haya conseguido más puntos en la liga regular. El problema más grande en el apartado competitivo viene con los descensos de cada temporada porque la Federación Española ha decidido que el 25% de los equipos pierdan la categoría. Cinco de cada grupo hasta completar los diez conjuntos que serán sustituidos por los que lleguen de la nueva Segunda Federación. Este punto será muy discutido.

Licencias

Rubiales explicó a los clubes que serán 23 las licencias disponibles de las que 16 al menos deben ser profesionales. También se exigirá que ocho de ellas sean sub23 (la actual Segunda División B contempla solo seis).

Instalaciones

Otro punto que puede generar alguna clase de controversia dependiendo de las posibilidades de cada uno de los clubes. Rubiales quiere que en esa categoría desaparezca el césped artificial. Todos los terrenos de juego deben ser de hierba natural (pensando en el espectáculo) y que los campos deben tener una capacidad para 4.000 espectadores. Sin ir más lejos, el Celta B no podría utilizar Barreiro y tendría que jugar en Balaídos salvo que el club vigués levante el campo que tiene previsto en su ciudad deportiva para el filial. También se exigirá una potencia determinada para la luz. Conscientes de que estas exigencias no resultan fácil de cumplir ahora mismo, la idea es que la exigencia de la hierba natural se imponga en la temporada 2022-23 y la capacidad para 4.000 espectadores en la temporada 2023-24.

Ayudas

Uno de los asuntos que más han inquietado a los clubes por la falta de concreción y porque la impresión que se han llevado es que mucho de los ofrecido por la Federación no van a pasar de castillos en el aire. La Federación calcula que en subvenciones cada uno de los clubes podría recibir unos 50.000 euros. El problema viene con el asunto de la venta unificada de los derechos de televisión que es donde el equipo de Rubiales tenía pensado encontrar su principal fuente de ingresos. Los clubes no recibieron ninguna clase de información. Se dejó caer en la reunión que la cifra mínima que podrían recibir podría situarse en torno a los 300.000 euros. Pero son cálculos un poco aventurados. La intención federativa es que el dinero que consigan en el contrato repartir la mitad a partes iguales y luego establecer compensaciones en función de los méritos deportivos y de los pinchazos televisivos que cada uno sea capaz de generar. Pero los clubes que asistieron a la reunión no lo tienen claro. Muchos de ellos ven muy poca claridad y no consideran que ahora mismo esta nueva categoría pueda convertirse en un plato apetecible para los operadores y que eso vaya a suponer una cifra de ingresos determinada. “Lanzar una cantidad ahora mismo es hablar por hablar” comentaban desde la misma reunión.

Sueldos

La Federación Española pretende que los jugadores que militen en la nueva Primera Federación tendrán uos ingresos mínimos garantizados. Lógicamente no han dado una cifra de cuál es su cálculo o lo que ellos consideran que puede ser un sueldo mínimo. Deberá ser una negociación de la AFE la que deberá concretar ese punto.

Filiales

Rubiales no dio detalles pero dejío caer que “de cara al futuro” una de las ideas que pueden manejar es que se limite el número de filiales. Así, a palo seco, parece un atrocidad porque cómo van a resolver qué filial juega y cuál no. Otro asunto espinoso de la reunión.

Otros detalles

La Federación, en su presentación de ayer, incluyó algunos otros detalles como que los equipos compitan con un logo determinado o que se unifiquen los dorsales y las letras con los nombres. También se establecerá la presencia de un delegado federativo en cada uno de los partidos.

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