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El Celta visita al dentista

El desplazamiento al Coliseum Alfonso Pérez se ha convertido en un dolor de muelas para los celestes, que han vivido toda suerte de desgracias en el campo del Getafe

Pablo González Fuertes expulsa a Maxi Gómez durante la última visita del Celta al Coliseum Alfonso Pérez. // Sergio Reyes (LOF)

El formidable momento de forma del conjunto azulón, convertido equipo de autor y aspirante a la Liga de Campeones por obra y gracia de su técnico, José Bordalás, y la baja por sanción de Iago Aspas complican las opciones del cuadro de Óscar García, que aspira este sábado a prolongar su racha de buenos resultados ante el equipo de moda en LaLiga sin volver a salir escaldado.

Con Bordalás al frente, la etiqueta de incómodo se ha quedado corta para el Getafe, un equipo que gana por asfixia de sus rivales y es capaz de reducir a la mínima expresión las virtudes del contrario para imponer su propio estilo, en las antípodas del que practica el Celta, que tendrá que cambiar su plan de partido de los últimos años para no volverse otra vez de vacío. Las dos últimas visitas al Coliseum han sido desastrosas para los celestes, que han recibido seis goles y sufrido graves secuelas.

El pasado curso los celestes sufrieron una agitada derrota en un partido negativamente condicionado por el nocivo arbitraje de Pablo González Fuertes. El asturiano castigó al Celta con un penalti muy discutible de Hugo Mallo a Arambarri y expulsó de forma muy rigurosa a Maxi Gómez por doble amarilla, impidiendo a los celestes rentabilizar el tempranero gol de Néstor Araújo, que abrió el marcador poco antes del descanso. Jaime Mata transformó la pena máxima, Jorge Molina puso por delante a los azulones remachando en el segundo palo un buen centro del propio Mata y éste cerró la cuenta local aprovechando un error garrafal de Rubén Blanco (3-1).

Tan dolorosa derrota sumió al conjunto celeste, dirigido por Miguel Cardoso en una profunda depresión. Lo peor fue sin embargo la lesión de Iago Aspas, que se resintió de los problemas musculares que había sufrido en el gemelo interno y vio obligado a retirarse del terreno de juego a los 24 minutos de partido. El delantero moañés, que reaparecía tras cinco partidos de ausencia, se perdió los cinco siguientes compromisos ligueros, dejando al Celta huérfano de gol.

El curso precedente, el equipo vigués encajó otros tres goles en el Coliseum en otro partido arbitrado por González Fuertes, que esta vez en nada influyó en la derrota céltica. Los de Juan Carlos Unzué se enredaron esta vez mortalmente en la red tejida por Bordalás, que anuló por completo a los celestes para dominar el partido de cabo a rabo y llevarse con todo merecimiento los tres puntos con goles de Ángel, que firmó un doblete, y Jorge Molina. Los celestes perdieron con aquella derrota su último tren a Europa.

En el curso 2015-16, el Celta logró con Berizzo su único triunfo en el Coliseum gracias a un solitario gol de Nolito, que batió a Guaita, tras rematar un pase del Tucu Hernández en un saque de esquina lanzado por Fabián Orellana. Tan señalada victoria permitió a los celestes dar un gran paso hacia su novena clasificación europea. El Getafe, dirigido por Fran Escribá y posteriormente por Juan Eduardo Esnáider, acabó descendiendo de categoría.

En la anterior visita al Coliseum, el Celta cayó por 2-1 en uno de los peores partidos de la etapa de Berizzo, cuya continuidad quedó en entredicho tras firmar ante los azulones sin décimo encuentro consecutivo sin ganar. Era la octava derrota de los celestes, que ofrecieron una imagen muy pobre, en diez jornadas. Aquel varapalo hizo sin embargo reaccionar al Celta y se convirtió en el punto de partida de una escalada clasificatoria que llevó a los celestes hasta la octava plaza.

No le fueron mejor a los celestes las cosas la temporada precedente con Luis Enrique Martínez al frente del banquillo. Dos acciones a balón parado ejecutadas por Pedro León y remachadas al fondo de la red por Lisandro y Arroyo dejaron al Celta sin opciones.

Más accidentado fue la primera de las visitas al Coliseum tras recuperar el Celta la categoría. Aquella visita al campo azulón se recordará por ser el último partido que los celestes disputaron bajo el mando de Paco Herrera, el artífice del ascenso, que fue despedido tras la derrota; pero también por el debut en Primera División de Santi Mina, que relevó Iago Aspas en el minuto 60 de un partido que los madrileños se llevaron cómodamente por 3-1.

Antes de aquella traumática derrota, el Celta y el Getafe coincidieron en otras dos ocasiones en el Coliseum, con Fernando Vázquez y Bernd Schuster en sus respectivos banquillos. Los azulones ganaron por 1-0 en el curso 2006-07y empataron a un gol en la temporada precedente.

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