El Celta se ha aferrado con firmeza a Balaídos en su lucha por conservar la categoría. Con el incondicional respaldo de su gente, que ha respondido masivamente a la llamada de auxilio del equipo, el grupo de Óscar García se ha impulsado en la competición sobre sus rivales directos en la batalla por la permanencia. Gracias a su buen rendimiento como locales, certificado el pasado sábado con un triunfo en inferioridad numérica ante el Leganés, los celestes amplían a dos puntos su renta con el Mallorca, aventajan ya en cinco al Espanyol y a los de Javier Aguirre y dan caza al Eibar, aunque con un partido más que los armeros. El horizonte comienza por fin a despejarse de nubarrones.
El equipo vigués encadena seis jornadas consecutivas sin perder en su estadio y cuenta por victorias sus dos últimas comparecencias como local contra adversarios de tan distinto pelaje como el Sevilla o el Leganés, al que iguala en el coeficiente particular de goles y supera en el general.
Aunque de un tiempo a esta parte el juego del Celta convence tanto en casa como a domicilio, la diferencia entre los resultados obtenidos como local y sus prestaciones como visitante es significativa. Tanto como que los celestes han sumado en su estadio diez de sus últimos doce puntos. Lejos de Balaídos han presentado batalla en campos tan complicados como San Mamés, Mestalla o el Santiago Bernabéu, pero los resultados no han hecho en general justicia al fútbol desplegado, que en ocasiones tampoco ha estado a la altura de las circunstancias, como ocurrió en Butarque o en el segundo tiempo del partido contra el Levante en el Ciutat de Valencia. Sus mejores actuaciones como visitante las firmó el Celta en los campos del Athletic Club y el Real Madrid, históricamente esquivos, donde rebañó sendos empates con el cuchillo entre los dientes.
En casa, las cosas han sido muy diferentes, a pesar de que los de Óscar García no siempre han sido capaces de trasladar al marcador la superioridad mostrada sobre el terreno de juego. Así ocurrió, por ejemplo, en los empates frente al Valladolid y, sobre todo, ante el Eibar y el Mallorca. Los dos primeros se resolvieronsin goles, en un igualado encuentro frente a los pucelanos y con evidente superioridad de los celestes, que desperdiciaron un aluvión de ocasiones, contra los armeros. Frente al Mallorca, el equipo de Óscar se adelantó por dos veces en el marcador y vio como el rival enjugaba su desventaja. Contra Osasuna, mientras, el equipo vigués firmó también tablas en un reñido duelo.
Los mejores resultados en casa le han llegado al Celta en los dos últimos compromisos ligueros con sendos triunfos a la heroica ante el Sevilla y el Leganés, remontando un gol en contra con tantos de Aspas y Pione Sisto ante los de Julen Lopetegui; y sobreponiéndose a la expulsión de Filip Bradaric y jugando más de 70 minutos en inferioridad numérica frenta a los de Javier Aguierre para marcar, por medio del moañés, el gol del triunfo en su único lanzamiento la portería rival.
