El Celta inicia a partir del domingo en San Mamés la segunda vuelta del campeonato regular con el objetivo claro de conservar la plaza en la máxima categoría por octavo año consecutivo. El equipo que entrena Óscar García afronta el reto con algunas carencias en una plantilla descompensada, que el club tratará de mejorar en la ventana del mercado de fichajes que se mantendrá abierta hasta finales de enero. Uno o dos mediocentros, un extremo y un defensa central son las posiciones que intentará reforzar el conjunto vigués en estas semanas. El entrenador, sin embargo, ha proclamado últimamente que faltan líderes y competitividad en el plantel, dos carencias que resultan difíciles de compensar, pues ni siquiera las garantiza una importante inversión económica.
"Más que jugadores, he pedido posiciones y un prototipo de futbolista que pueda sumar tanto en el campo como fuera de él. Estamos intentando construir un equipo con más de un líder, pero no es fácil. Estamos construyendo líderes dentro del equipo y si viene gente de fuera a ayudar, mejor", sostenía días pasados el entrenador del Celta al responder a una pregunta sobre posibles fichajes en este mes de enero.
Semanas antes, Óscar García hablaba de la necesidad de hacer más competitivo a un Celta con "buenos jugadores", reconocía: "Este staff no ha diseñado la plantilla, por eso en este mercado intentaremos aprovechar con el club para mejorar la plantilla y equilibrarla un poco más".
Después de los apuros del curso pasado para conservar la categoría, el Celta se aplicó durante el verano en la búsqueda de refuerzos. Invirtió alrededor de 26 millones en siete incorporaciones, sin contar la tasación de un Santi Mina que formó parte del traspaso de Maxi Gómez al Valencia. Además de calidad técnica, se buscaron jugadores con apego al club y a la ciudad. La Operación Retorno pasó pronto de generar la máxima ilusión a la más grande de las desilusiones. Mientras tanto, Iago Aspas volvía a erigirse en el único jugador de la plantilla con capacidad suficiente para liderar un proyecto deportivo de garantías. Ante la ausencia de resultados positivos, el club decidió promover un relevo en el banquillo. Óscar García, por el momento, no ha mejorado los números de su antecesor, Fran Escribá. Con la apertura del mercado de fichajes, el técnico de Sabadell apuntaba: "Los jugadores que estamos mirando son de un perfil diferente a lo que tenemos. Tenemos mayoría de un perfil, no solo en cuanto a carácter, sino también a filosofía, manera de jugar técnicamente..., pero los hay que son los que van a sacar de aquí al equipo", convenía García Junyent.
En los últimos años, el Celta se ha ido despojando de líderes del vestuario como Gustavo Cabral, Augusto Fernández..., que incluso compartían capitanía en el equipo con canteranos veteranos como Mallo, Aspas o Sergio Álvarez. Así lo reconocía el propio Óscar García: "En otras épocas ha habido jugadores mucho más claros en el liderazgo y ahora estamos intentando construir un equipo con más de un líder, pero no es fácil".
En su presentación como entrenador del Celta, el catalán también advirtió que apostaría por el 4-3-3 como dibujo táctico si había jugadores específicos para ello. "Si he tenido jugadores, sí he jugado así, pero si no tienes extremos es más complicado", dijo quien a uno de los primeros que rescató del olvido fue a Pione Sisto, al que incrustó en el extremo izquierdo.
El club, ahora, busca otro atacante de banda, un mediocentro defensivo y un central con carácter. "Solo con la calidad no compites" ha repetido Óscar García en sus comparencias públicas. "Es como construir una casa: primero hay que poner los cimientos".
