El Milan quiere a Lobotka, afirma un periodista italiano. Paolo Maldini, mito viviente rossonero, que ha asumido el control de la entidad en esta etapa de reconstrucción, quiere al eslovaco como refuerzo de su medular. Italia es un territorio que el agente del jugador, Branislav Jasurek, transita con frecuencia. En el Celta, de momento, conservan la calma. No está en sus planes vender a Lobotka. Solo aceptarían a cambio de un suculento traspaso. Y en realidad a Príncipe, pese a tanto rumores, nunca han llegado ofertas firmes y serias por Lobotka desde aquella del Inter en el mercado invernal de 2018.
A Lobotka, fichado al Nordsjælland en verano de 2017 por alrededor de 5 millones de euros, se le disparó la cotización en su brillante primer ejercicio, en el que actuó como pivote de referencia de Unzué. Felipe Miñambres reconoció en febrero de 2018 que habían rechazado una oferta del Inter, que se antoja más bien una simple tentativa superficial, visto cómo se resolvió el asunto. "El Inter hizo una oferta por Lobotka y les remitimos a los 35 millones de su cláusula de rescisión. Ahí se acabó todo", declaró el director deportivo celeste.
El Celta solventó la indudable explosión del jugador ampliando su contrato de 2022 a 2023, mejorando su salario y fijando la cláusula en 50 millones de euros. Una cifra que pareció que varios grandes conjuntos europeos estarían dispuestos a pagar el pasado verano. En las oficinas de Príncipe se tenía la certeza de que el PSG manejaba su nombre como sustituto de Rabiot, con quien en París ya se temía una ruptura que se ha concretado recientemente. Se habló de Tottenham y Zenit. Fue el Napolés el más insistente y el único al que Lobotka citó directamente en una entrevista con Pravda: "El Nápoles es un gran club. Ya he hablado con Hamsik sobre el equipo y la ciudad. Me habló muy bien y me siento muy a gusto con él. Sería agradable estar con él en la selección y en el club". A la postre, aunque se cifró la propuesta napolitana en 35 millones más bonus, no hubo negociaciones firmes.
El brillo de Lobotka ha palidecido en su segunda campaña con el Celta, arrastrado o partícipe de la dinámica colectiva. Se esperaba que Okay lo descargase de tareas defensivas, permitiéndole lucir en sus arrancadas, pero se ha sentido desubicado. El Celta sigue confiando en él. "Es un jugador muy bueno. Esperemos que haga una temporada como el primer año con Unzué", ha comentado Miñambres. La directiva céltica, en cuanto a ventas estratégicas, de calado financiero, solo ha contemplado la de Maxi Gómez.
La hoja de ruta de Lobotka parece otra. Su representante ha sido siempre el primero en reafirmar que su cliente tenía un elevado valor. Lobotka se mostraba paciente sobre su futuro. A comienzos de junio, en cambio, habló de su deseo de cambiar de aires en Sport.SK. "Me gustaría probar algo diferente, te sorprenderemos", comentó Lobotka al entrevistador.
En la lista de supuestos pretendientes ha figurado el Betis. Irrumpe ahora el Milan. Según el periodista italiano Nicolo Schira, el director técnico del club lombardo, Paolo Maldini, se ha cansado de competir con la Roma por el fichaje de Veretout, de la Fiorentina. También fracasaron en su intento de fichar a David Neres, del Ajax. En las próximas horas Maldini habría previsto una reunión con el intermediario Mattia Buongiorno para estudiar la viabilidad de la operación con Lobotka, con Upamecano, del Leipzig, como alternativa.
En la Cúpula de Príncipe existe tranquilidad al respecto. Recuerdan muchos comentarios sobre Lobotka que jamás se convirtieron en ofertas. Nunca ningún club apostó con fuerza por él, como Valencia y West Ham han hecho por Maxi Gómez. Y la cláusula de 50 millones les otorga el control.
