España ha sido declarada, por organismos internacionales, el mejor país del mundo para nacer, el más sociable para vivir y el más seguro para viajar solos sin peligro en todo el territorio.

Somos líderes en donación y trasplantes de órganos, fecundación asistida, sistemas de detección precoz del cáncer, protección sanitaria universal gratuita, en esperanza de vida detrás de Japón, en robótica, en producción editorial, energías limpias? en una buena retahíla de éxitos y logros "Marca España". Pero también somos uno de los primeros en recortes. Recortes en educación, en investigación o en sanidad, entre otros. España tiene la mitad de recursos sanitarios que Alemania, por ejemplo; 5,7 enfermeros menos por cada 1.000 habitantes y en camas de UCI, mucho peor. Esto ha sido consecuencia de la pésima toma de medidas austeras para salir de una crisis.

Y ahora, llegó el Covid-19 y nos pilló en pelotas. Nuestro personal sanitario se enfrenta día a día a una situación crítica y demoledora. El servicio sanitario en ciertas localidades de nuestro país está colapsado. La falta de medios hace que ellos sean dianas fáciles para la infección, hace que tengan que tomar la terrible decisión de quién vive y quién muere, a quién merece la pena salvar y a quién no pueden salvar porque no hay para todos.

Se ha dicho que esto es una guerra, pero si en una guerra tú puedes disparar a discreción porque tienes balas suficientes, cabe la posibilidad de que te puedas defender del enemigo. En esta guerra, escasean las balas, la lucha es cuerpo a cuerpo y este virus tiene una potencia de contagio arrasadora.

Quiero también resaltar el esfuerzo que se está haciendo por nuestros mayores, el sector más débil e indefenso frente al virus. Ellos han sido el pilar de apoyo de muchas familias en los duros años de crisis. Encomiable la postura de todos esos cuidadores y cuidadoras de residencias de mayores que, sin medios y exponiendo su salud, luchan por salvar las vidas de los residentes, y que incluso han tomado la decisión de confinarse en los propios centros con "los abuelitos".

A todo el personal sanitario, cuidadores y, como no, al personal de supermercados y fuerzas de seguridad, quiero nombrarles "Héroes Marca España" ya que, a pesar de no disponer de medios suficientes, siguen luchando cada día por protegernos y salvarnos del enemigo.