Asistimos a clases magistrales impartidas por quienes se postulan a dirigir la nación, entre ellas, estar inmersos en papeletas sonrojantes sin conocer más salida que la de incendios, planificando reuniones de las que salen más confundidos aún pero con una sonrisa de manifiesto entendimiento ante un inexistente acuerdo.

Reconozcan que no ha sido buena la explicación de cómo realizar una transacción de poderes para lograr con voluntad gobernar este país y sentir así su respeto; creíamos votar el 28 de abril para presidente de la nación, ahora nos hubiéramos conformado con votar para que la gobernaran ya.

Tanto esfuerzo por alcanzar un acuerdo se convertirá en un acuerdo forzado, así que llegado el caso, cuenten con nosotros.