Quería dar mi opinión sobre la fiesta de Peñas que he estado siguiendo a través de su diario, que lo compro siempre. Yo recuerdo cuando se empezó a realizar este festejo que hasta agradecíamos que viniese gente porque ayudaba en general a las personas que trabajaban en nuestra zona vieja, de bares y restaurantes, que estaban llenos y no tenían que cerrar como ahora porque la juventud no les deja trabajar. Antes las peñas taurinas iban a cenar después de los toros y yo, que no me gustan los toros, lo agradecía porque no molestaban e incluso les venía bien a los que tenían restaurantes. Pero ahora la cosa no es así, los restaurantes cierran y la gente que va a los toros incluso se van a restaurantes fuera de Pontevedra a cenar porque no quieren meterse en el centro de la ciudad. La fiesta ya no tiene nada que ver con los toros, y como la fiesta ha cambiado es una barbaridad. Ojalá fuera como antes porque ahora no dejo de leer lo de los jóvenes y los destrozos que gracias a Dios este año no ha pasado en nuestro portal porque el año pasado lo destrozaron y nos robaron los felpudos de todos los vecinos. Y luego leo lo de los dos niños de 14 años que tuvieron que ser atendidos por su borrachera, no tengo palabras, de verdad que me parece una barbaridad que se permita eso. Yo pondría muchísima policía y no facilitaría a los jóvenes que pudieran beber, que hasta le ponen contenedores. Todos hemos sido jóvenes y hemos hecho alguna travesura sin que nuestros padres se enterasen, pero lo que no debería estar permitido es la barbaridad y la ciudad sin ley en la que se ha convertido Pontevedra.