Hay veces en que abusamos de las advertencias y los consejos restándoles eficacia por exceso de celo en su uso. Me refiero al accidente en Sevilla de Reyes, del cual se ha hecho escarnio aprovechando su repercusión mediática.

Creo que ya pagó la multa con su vida y la de un familiar lo que otros pagan con dinero y nadie los publica en el boletín oficial, sin tener a un director general detrás usándolo como ejemplo de lo que pasa por exceder la velocidad, pues para eso están las campañas de la DGT de prevención y seguridad vial, que en su medida son totalmente eficaces e imprescindibles, pero lo que se consigue con repetidas comparecencias alusivas a la velocidad a la que circulaba es que la familia, dedicada a recordar su memoria, que es lo que les tocaba, se vea obligada también a limpiarla contratando informes de parte que aclaren la verdad.