Se ha hecho viral en las redes sociales un video en el que una enfermera de Bilbao, María Martínez López, que practicó cientos de abortos, habla emocionada de su encuentro con Cristo durante una misa en Nepal con las Misioneras de la Caridad, donde escuchó una voz que le decía: "Bienvenida a casa. Cuánto has tardado en amarme." De asesina de inocentes por dinero, María abrazó la causa provida y sintió que Dios le llamaba a "hablar de la misericordia como la última tabla de salvación o esperanza de los pecadores. La misericordia de Cristo es la bondad suprema a la que todos nos podemos acoger." Resulta impactante su testimonio del estado de shock y arrepentimiento que experimentaban las mujeres a las que con gran dureza de corazón animaba a deshacerse del fruto de sus entrañas.

Tras su conversión, María se sintió alcanzada por la misericordia de Dios, se sintió perdonada, amada y resucitada. María es un ejemplo de que "todo santo tiene un pasado y todo pecador un futuro". Gracias, María, por hacernos partícipes de tu alegría.