A primera vista puede parecer que quién escribe es alguien anticuado o retrógrado. Sigan leyendo y después juzguen.

El progreso es bueno si sirve para mejorar la vida de la mayoría, pero es malo si la empeora, por tanto progreso sí pero con cuidado. Como esto lo tengo claro, yo nunca hecho gasolina donde no hay empleado (es mentira que sea más barato el combustible), no pago el peaje en el cajero automático por lo mismo, tampoco como en un restaurante con autoservicio (para eso ya tengo mi casa). Si en un futuro en el bar al que voy todos los días colocan un robot en lugar del camarero no volveré a entrar por sus puertas, igual que en el supermercado en el que sacaron la persona que estaba en la caja, y yo mismo tengo que ticar los productos que compro.

Esto provocará que millones de personas se vayan al paro y empeoren de forma drástica sus condiciones de vida, a pesar de las informaciones interesadas que dicen lo contrario. Por cada puesto de trabajo que crea este nuevo sistema, destruye cien. Eso sí hará más ricos a los que ya son ricos. No se preocupen, estos establecimientos no los llevarán para Marruecos o China donde esclavizan a las personas con salarios miserables.

Muchos dirán, a mí no me afecta. No trabajo de cajero, ni en una gasolinera, ni soy camarero. Pues se equivoca quién así piensa, ya que todas esas personas que han ido al paro intentarán conseguir el trabajo que a ti te gusta. Pero otros rebatirán no, porque yo soy ingeniera. Pues curioso, también te afecta, ya que a lo mejor estás recibiendo una prestación social o te gustaría recibirla en el futuro, por ejemplo una pensión. Problema, las máquinas no cotizan, si no hay cotización no hay pensión.

Este es el único caso en el que yo justifico la guerra preventiva. La solución está en nuestras manos. No le echemos luego la culpa a otros como siempre.