Señor presidente, Pedro Sánchez: Le felicito sinceramente por el equipo de gobierno que ha formado. ¡Nivelón, sí señor! Tenía miedo de que se rodeara solo de lo que se iba encontrando por los pasillos del Congreso (por aquello de los compromisos, y lo de deber apoyos y tal). Hubiera resultado un Gobierno con muy poquito nivel profesional y humano -que es lo que veo yo que abunda últimamente por allí-. Pero no: ha apuntado usted literalmente ¡"a la luna"! Gente cualificada con ganas de trabajar. Seguro que lo harán muy bien.

Me surge sin embargo una inquietud. Cuando le oigo decir que el diálogo con los que no piensan como ustedes; el consenso, la lucha por la igualdad, el respeto a la diversidad, etc? van a ser los pilares de su gobierno, me pregunto: "Esto, ¿va a ser también conmigo, y con otros que piensan como yo en determinados temas?

Me refiero, por ejemplo, al matrimonio como la unión de uno con una, la elección del tipo de educación como un derecho de los padres para con sus hijos, el rechazo de la eutanasia, el aborto o la maternidad subrogada, el derecho a manifestar y vivir según la propia fe, etc.

No, lo digo porque me viene pasando que con frecuencia me siento atacada por aquellos que precisamente hablan de diálogo, de tolerancia, de que hay que admitirlo todo, de que todos somos iguales? Es como si los "tolerantes" solo se toleraran a sí mismos. Esa es mi sensación.

Una confidencia personal: los ataques más duros que he sufrido en mi vida por pensar y ser como soy -hasta el momento solo verbales, pero que te dejan igual con las piernas temblando-, han provenido siempre de gentes que enarbolaban la tolerancia, la igualdad, la diversidad... No sé. No encajo fácilmente el desconcierto que me produce la incoherencia.

Por eso me surgía estos días la duda: Esta vez, lo del diálogo y el respeto ¿irá en serio? Los católicos, por ejemplo, ¿tendremos por fin el mismo espacio en la sociedad que los ciudadanos de otras convicciones? ¿Entraremos definitivamente dentro de esa tan valorada "diversidad" de la que siempre parecemos excluidos? ¿Se nos va a respetar, cuidar y favorecer igual que a todos? ¿O cómo va a ser la cosa?

Por sus palabras de estos días parece que sí, que va a gobernar para todos. Ojalá no me esté haciendo una falsa ilusión.

Y de verdad que le deseo mucha suerte.