La Audiencia Provincial de Baleares condenó a cinco jóvenes por un delito contra la libertad religiosa a 1 año de prisión cada uno por interrumpir una misa en la iglesia de Sant Miquel de Palma en febrero de 2014, con una protesta contra la reforma de la ley del aborto. Los acusados negaron durante el juicio que supieran que en la iglesia se estaba celebrando misa.