Eliseo Acea Espiñeira, más conocido dentro del mundo del deporte como Lelo Acea, tuvo hace poco más de un año una arriesgada idea que, poco a poco, con mucha fuerza de voluntad y la ayuda de un puñado de amigos como Adrián "Camarón" Araújo, Francisco Blanco o Jorge Araújo, va tomando forma. Todos ellos trabajan de forma desinteresada por amor a un mismo deporte, el boxeo, y con un mismo objetivo: desterrar mitos e ideas preconcebidas que enturbian una modalidad deportiva a la que han consagrado su vida. Su apuesta fue arriesgada al juntar dos cosas que, a priori, no parecían encajar bien como el boxeo y los niños.
La iniciativa empezó a tomar forma viendo el trabajo que Aarón González realiza en su gimnasio, el Team Thunder de Marín. "En su club tiene una escuela de niños con cerca de 100", explica Lelo Acea. Por eso, al poco de recibir la llamada de Iván Piñeiro para incorporarse al proyecto del Gimnasio SNAP, que coge su nombre de las siglas Sistema Natural de Autodefensa Personal, tenía claro cuál era el siguiente paso a dar. "Teníamos que empezar con los niños. Pusimos un poco de publicidad y empezaron a venir unos pocos. Luego se lo fueron contando a sus amigos y así creamos la escuela", revela.
Actualmente cuenta ya con más de 20 niños que acuden habitualmente al gimnasio, con edades comprendidas entre los 3 y los 15 años. A lo largo del día pasa mucha gente por las manos de Lelo Acea. Pero él tiene claro que por las tardes aparca al resto de sus pupilos, tanto los que están empezando como los que apuntan a profesionales. "Durante una hoy y media estoy en exclusiva para los niños", subraya.
Su principal lucha se centra en eliminar los estereotipos que rodean al boxeo y que crean una barrera difícil de sortear para dejar que los más pequeños practiquen esta actividad. "Todo eso que la gente asocia tradicionalmente al boxeo está erradicado en los gimnasios. No genera violencia. Lo primer que hacemos es inculcarle al niño que esto es un deporte y transmitirle que no tiene ninguna ventaja para poder pelear con el resto de niños por el hecho de saber boxear. Porque esto es un deporte. Sólo eso. Si notamos cualquier actitud incluso fuera del gimnasio, en su vida personal, o si me entero de que cualquier chaval su comportamiento en la calle no es el que debe, sabe perfectamente que conmigo no va a ningún sitio. Nuestro día a día es enseñarles eso. Si lo haces desde pequeños, lo van a aprender de forma natural", puntualiza Lelo Acea, quien insiste en que "antes de entrenar tenemos que enseñarles todo esto. La gente tiene que darse cuenta. Ninguno de nuestros niños transmite agresividad".
De hecho, para incidir en esa idea, señala que "el boxeo infantil es un deporte sin contacto. Se denomina de formas técnicas. La competición consiste en saltar a la comba, golpear un saco y una manopla o ejecutar golpes y movimientos solo, sin un rival, lo que se denomina "hacer sombras". Hay dos jueces que puntúan cada actividad y así se elige a los ganadores. Hay que erradicar el concepto del contacto entre niños. Alguna vez me han llamado de otros gimnasios para "guantear" y me negué rotundamente. No quiero que haya golpes ni con casco ni sin casco".
Por eso, los entrenos van orientados a mejorar esos ejercicios. "Los niños entrenan una hora y media sobre los ejercicios que piden en el campeonato para que los vayan perfeccionando Luego nos gusta que se queden media hora más en el gimnasio para observar cómo hacen los mayores", comenta Lelo Acea.
No será hasta más adelante cuando aparecen ya los rivales sobre el ring. "Según la evolución, al llegar a los 15-16 años pueden anotarse a algún campeonato junior, donde hay ya combates pero con casco y normas muy protectoras. A los 17-18 años se sacan el casco y ya pueden boxear en elite. Pero estos pasos sólo los dan los que destacan en el boxeo de formas y con una autorización de los padres", puntualiza.
Con la vista puesta en el Campeonato de España
- El trabajo de Lelo Acea y sus colaboradores empieza ya a dar sus primeros frutos y en la primera prueba del Campeonato Gallego celebrada hace quince días en Marín, de los seis participantes del SNAP, cinco volvieron a casa con una medalla colgada del cuello. "La verdad es que había mucho nivel, con cerca de 100 niños participando de 4 a 14 años. Por eso estamos muy contentos de lo conseguido", subraya Lelo Acea, quien tiene ya marcado en su calendario "el Campeonato de España a primeros de noviembre en Santander y al que queremos ir ya con diez boxeadores".Para poder participar en estas competiciones, el entrenador vigués señala que "esperamos a que lleven ya más o menos un año con nosotros. Antes no solemos llevarlos a los campeonatos".
