Los presupuestos de obra se dispararon casi el doble en un año en Arousa por la inflación

Los municipios de O Salnés y Ullán sumaron el pasado ejercicio 330 proyectos, con un valor total de 85 millones de euros

Imagen de archivo de un edificio en construcción en Vilagarcía.

Imagen de archivo de un edificio en construcción en Vilagarcía. / Iñaki Abella

El sector de la construcción vive un momento dulce en cuanto a carga de trabajo. El año pasado, se visaron 330 proyectos de obra mayor entre los doce municipios de O Salnés y Ullán, cuyos presupuestos de ejecución material sumaron más de 85 millones de euros.

“El sector está a tope de trabajo”, manifestó Manuel Rañó, vilagarciano que preside la delegación de Pontevedra del Colegio Oficial de la Arquitectura Técnica de Pontevedra. Sobre el caso concreto de Vilagarcía, apunta que, “tras un parón de muchos años, se ha pasado a una situación de gran actividad”.

Las empresas ya habían tenido un buen año en 2022, y de hecho las cifras totales de proyectos visados esa anualidad no son muy inferiores a las de 2023. Sin embargo, los presupuestos sí se dispararon el pasado ejercicio debido a la inflación, que provocó un fuerte incremento en los gastos de materiales, combustibles y salarios.

En 2022, se visaron solo 20 contratos menos, y sin embargo el coste se quedó en 47,2 millones

Así, el Coatpo visó en 2022 en los municipios de O Salnés y Ullán, 136 proyectos de obra nueva y 174 de rehabilitación, mientras que en 2023 fueron 138 de obra nueva y 192 de rehabilitación. Los números son similares de un año a otro, pero sí varían enormemente los presupuestos.

Así, las obras proyectadas en 2022 en Arousa movilizaron poco más de 47 millones de euros, mientras que el PEM (Presupuesto de Ejecución Material) total en 2023 ascendió a 85 millones, prácticamente el doble. Este encarecimiento ha tenido repercusiones en el precio final de la vivienda y las rehabilitaciones.

“Los costes de construcción se han elevado mucho, entre el precio del suelo y el del dinero, y eso tiene repercusiones en el precio final de la promoción”, señala Rañó. De hecho, estima que en estos momentos el precio medio de una vivienda nueva de 90 metros cuadrados no baja de los 160.000 euros. “No hay muchas familias que puedan llegar en estos momentos a un piso de esas características”.

Las reformas

El incremento más significativo en el volumen de trabajo durante los últimos meses está relacionado con las rehabilitaciones, y esto se debe a la gran cantidad de dinero que está llegando de la Unión Europea para mejorar la eficiencia energética de las viviendas, sobre todo las colectivas.

“Los fondos Next Generation para rehabilitación se están notando mucho”, asegura el presidente del colegio de los arquitectos técnicos. “En Vilagarcía hay en estos momentos varias obras que se financian con fondos europeos”.

Según los datos proporcionados por el Coatpo, en Vilagarcía se pasó de las 32 obras nuevas visadas hace dos años a las 22 del pasado. Sin embargo, de 52 rehabilitaciones o reformas en 2022, se pasó a 72 el pasado ejercicio. Se dispararon igualmente los presupuestos. Hace dos años, las obras realizadas costaron poco más de 16 millones de euros, mientras que las de 2023 se aproximaron a los 44,5 millones.

Un problema acuciante de las empresas es la falta de personal

Sin salir de Vilagarcía, lo que más se está haciendo en obra nueva, con mucha diferencia, son viviendas unifamiliares. En 2022, se construyeron 26 (mientras que se visaron tres edificios), y en 2023 fueron 18 viviendas, por un solo edificio.

En obra nueva, sigue siendo Sanxenxo el municipio donde más se construye, gracias a su enorme atractivo como lugar de segunda residencia. Entre los dos últimos ejercicios, los arquitectos técnicos contabilizaron 86 licencias de obra nueva en esta localidad. La mayoría fueron de viviendas unifamiliares, pero también se levantó un hotel, casi una treintena de apartamentos turísticos, un aparthotel y un par de edificios, que sumaban 60 viviendas.

A medio plazo

Manuel Rañó está convencido de que, a medio plazo, se mantendrá la actual tónica, y que seguirá habiendo mucho trabajo en todos los ámbitos relacionados con la construcción. Una vez más, esto se debe en gran parte a la llegada de dinero europeo.

“Este año 2024 y el que viene van a ser parecidos a lo que vimos en 2023”, sostiene. “Se espera otra convocatoria de los Next Generation, que se adjudicará a finales de este 2024, para hacer las obras entre 2025 y 2026”. De este modo, el actual escenario se prolongaría al menos dos años más.

Manuel Rañó: “La falta de personal va a ir a peor”

Los empresarios de la construcción sufren actualmente un grave problema para encontrar trabajadores, hasta el extremo de que el presidente de Coatpo, Manuel Rañó, sostiene que, “hay contratistas que se ven obligados a renunciar a obras porque no tienen personal para hacerlas”. El presidente de los arquitectos técnicos de la provincia añade que se trata de un mal enquistado y que probablemente se agudizará a medio plazo. “Es un problema que va a ir a peor, a medida que accedan a la jubilación los trabajadores que están ahora mismo en activo”.

Otro problema con el que se encuentran los contratistas es la burocracia, ya que en el caso de las obras nuevas, esta puede eternizarse. “En el caso de las reformas y rehabilitaciones se ha mejorado mucho, ya que una comunicación previa basta para poder empezar a trabajar en un par de semanas, pero en el caso de la obra nueva, la lentitud de la tramitación sigue siendo un mal endémico”.

El sector de la construcción fue, junto al del mar, el turismo y el vitivinícola uno de los pilares económicos tradicionales de O Salnés. Pero la recesión de 2008 y la subsiguiente crisis del ladrillo provocaron la muerte de decenas de empresas. Sobrevivieron mejor las más pequeñas, capeando el temporal durante años con obras menores de reformas y mantenimiento. Ahora, sin embargo, se aprecia una progresiva vuelta a la época dorada de la construcción, aunque todavía sin las cifras de los primeros años 2000.

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