Algunos vikingos prefieren los cuernos

¿A ti como te gusta más el casco, con cuernos o sin ellos?

La llegada de un drakkar a la zona de desembarco. A bordo, varios vikingos con casco de cuernos.   | //  GUSTAVO SANTOS

La llegada de un drakkar a la zona de desembarco. A bordo, varios vikingos con casco de cuernos. | // GUSTAVO SANTOS / Manuel Méndez

Manuel Méndez

Manuel Méndez

¿Qué es mejor, tener cuernos o andar sin ellos? Esa es la pregunta que pudo asaltar a muchos de los que pensaron en disfrazarse para acudir a la tradicional Romaría Vikinga de Catoira.

Visto lo visto en el Desembarco Vikingo celebrado anteayer, es evidente que cada vez se ven menos cascos con cuernos, prácticamente relegadas las astas a recipientes de los que beber hidromiel, vino, cerveza y lo que se preste.

Elemento decorativo

Quizás ese declive de las cornamentas como elemento decorativo se deba a que algunas aclamadas películas llevadas al cine, y otras igual de afamadas series de televisión, “pintaron” a unos bravos guerreros nórdicos muy diferentes, con sus trenzas, sus cabezas cuidadosamente afeitadas, tatuados o con cualquier otro look quizás más moderno.

¿Pero cómo fueron los orígenes de la Romería Vikinga de Catoira hace 63 años? ¿Cómo se vestían entonces los asistentes? ¿Llevaban cuernos o no?

Un desembarco en los años sesenta.

Un desembarco en los años sesenta. / Concello de Catoira

Son preguntas que responden algunos veteranos guerreros catoirenses, claramente partidarios de los cuernos, y sobre las que reflexiona en su blog la vecina Cristina Escaloni, una apasionada de la montaña, la astronomía y el Neolítico que hace las veces de investigadora con todo lo relacionado con el patrimonio local.

Pues bien, Escaloni sostiene que “los vikingos veteranos reivindican con fuerza los cascos con cuernos y se muestran dispuestos a seguir utilizándolos”.

Los nórdicos no los llevaban

Sabe la estudiosa que “los vikingos del Norte de Europa no llevaban cascos con cuernos”, pero también es cierto que “los de Catoira sí los llevan, gracias a una tradición que comenzó en los años sesenta y se mantiene a pesar de que la serie ‘Vikings: Valhalla’ hizo estragos cuando optó por peinados profesionales de trenzas”.

A su juicio, “si la Romería Vikinga quisiera tener rigor histórico debería evitarse el uso de cascos con cuernos”.

Pero no es menos cierto que si de buscar rigor histórico se tratara “también habría que cambiar la vestimenta y eliminar el puente interprovincial que cruza sobre el río Ulla, dado que en el siglo X no existía”.

Para ser fieles

Pero no es eso. Lo que se plantea, en palabras de Cristina Escaloni, es usar los cuernos para ser fiel. Fiel a aquellos años iniciales en los que empezó a desarrollarse la romería para acabar convirtiéndose en una tradición local y en señal de identidad de todo un pueblo.

Explica la investigadora catoirense que en 1960, cuando los miembros de la asociación Ateneo del Ullán celebraron por primera vez esta escenificación, “rememorando los desembarcos en las tierras del Ulla, ni siquiera iban vestidos para la ocasión, sino que fue Pedro ‘O Montañés’, en 1963, quien decidió vestirse con ropas de ‘choqueiro’ y autoproclamarse ‘Primer Capitán de los Mares’, o lo que es lo mismo, Vikingo”.

También habría que cambiar la vestimenta y eliminar el puente interprovincial que cruza sobre el río Ulla, dado que en el siglo X no existía

500 pesetas

Fue años después cuando la ya desparecida empresa Cedonosa “animó a los vecinos a vestirse de vikingos ofreciéndoles como incentivo 500 pesetas”.

Como vestimenta, detalla Cristina Escaloni, “se utilizaban sacos de arpillería atados con cuerdas”, protagonizando el desembarco un barco decorado para la ocasión llamado “Pepiño”.

Los orígenes de la fiesta.

Los orígenes de la fiesta. / Concello de Catoira

Fue a finales de la década de los sesenta cuando “un vecino se hizo con un casco azul de plástico con cuernos y lo empleó en la romería”.

Y parece que “gustó tanto que el encargado de Cedonosa buscó donde se fabricaban y los encargó para la siguiente edición, comenzando así la tradición de los cascos con cuernos”, reflexiona la investigadora.

"Orgullosísimos"

Para terminar diciendo que “en Catoira ya sabemos que los verdaderos vikingos no llevaban cuernos, pero también sabemos que estamos orgullosísimos de nuestra identidad en una fiesta que comenzó siendo para los vecinos y se niega a prescindir de los cascos con cuernos que nos identifican en el mundo entero”.

En los primeros años del desembarco ya acudía una multitud, como se ve en esta foto de Pasarín que integra el archivo municipal.

En los primeros años del desembarco ya acudía una multitud, como se ve en esta foto de Pasarín que integra el archivo municipal. / Concello de Catoira

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En las viejas imágenes tomadas por Pasarín y otros ilustres fotógrafos que aparecen en el archivo documental del Concello de Catoira se observa una Romería Vikinga muy diferente a las de ahora.

Las instantáneas corresponden a los años sesenta, y en ellas se aprecia el uso de otro tipo de vestimentas y, sobre todo , el empleo de cascos con cuernos.

Son algunas de las fotos utilizadas ahora por una estudiosa del patrimonio local como Cristina Escaloni cuando hace su alegato en favor del uso de tales elementos decorativos.

De lo que no cabe duda, viendo estas fotos, es de que con cascos o sin ellos, con cuernos o con peluca, la Romaría Vikinga de Catoira ya era un acontecimiento que movía masas en sus orígenes.

A pesar del paso del tiempo, el tirón de esta fiesta de Interés Turístico Internacional no solo no decae, sino que parece ir a más.

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