En tiempos en los que las obligaciones, responsabilidades y exigencias absorben la mayor parte de nuestro tiempo, hay momentos en los que el valor de una sonrisa tiene efectos multiplicadores sobre el bienestar de cada uno. De todo ello ha quedado buena muestra en el taller de risoterapia para adultos que se celebró en la mañana de ayer en el espacio educativo Nenoos en Vilagarcía.
Un total de 15 personas se prestaron a pasar un rato divertido bajo las pautas indicadas por la psicóloga Emma Blanco y el resultado de la experiencia superó incluso las expectativas iniciales. “Se trataba de pasarlo bien. Descubrir el perfil humorístico que todos tenemos. También para reírnos con los demás y no de los demás y para aprender a mejorar el sentido del humor y a potenciar la risa”, apunta la directora de la actividad.
Una de las pautas marcadas desde el inicio pasaba por la predisposición a la carcajada. “Todos debemos saber antes de empezar que tenemos que sacar el niño interior que todos llevamos dentro, querer reírse de uno mismo y saber que la risa se puede sacar a través de cosas absurdas”, apunta Emma Blanco. A partir de ahí se fueron desarrollando diversas técnicas con juegos físicos y mentales con los que la risa empezó a fluir de manera desternillante.
Reírse de las facturas y multas
Una de esos ejercicios fue el de convertir una noticia propia de convertir el enfado en algo irrelevante. Describe la psicóloga que “hicimos un juego con el tema de las facturas y multas que nos vienen. Haciendo que la cogíamos del buzón, la veíamos y le añadíamos una carcajada mientras hablamos con nuestro vecino. Se trata de aprender a darle la vuelta al enfoque ante los contratiempos, ante aquello que no podemos cambiar, pero ante los que sí podemos cambiar el enfoque”.
Y es que los efectos positivos de la risa quedaron fuera de toda duda desde la primera interacción. Toda una herramienta de salud que, según Emma Blanco, está indicada contra cualquier negatividad. “La risa es superpoderosa. Nos acerca a los demás. Hace que aprendamos a relativizar acontecimientos que puedan ser estresantes y la risa debemos de reír unas 100 veces al día, que son unas 2 horas diarias”.
Actitud sanadora
Incluso se trata de uno de los tratamientos que no tiene contraindicaciones, pues “mejoramos el sistema inmunitario porque segregamos hormonas como la dopamina, las endorfinas, la serotonina que mejoran el estado de ánimo. Además, ahuyentamos las hormonas del estrés como la adrenalina”.
El experimentar que todavía se puede pasar un buen rato y reírse sin que ninguna pantalla ejerza de elemento mediador fue otro de los efectos positivos del taller de risoterapia. A ello se le añade el hecho de que una buena sesión de carcajadas, recuerda la directora de la actividad, “con la risa activamos todo el cuerpo. Hasta 400 músculos participan de ello. Fortalecemos el corazón, mejoramos la circulación y, sobre todo, pensamos mejor”.
