La ría de Arousa ha aumentado su flota con un ejemplar que forma parte de la historia más absoluta de la navegación deportiva. Nos referimos al Tokio II, una embarcación construida a principios de los años noventa en Nueva Zelanda con el propósito de convertirse en uno de los dos barcos que representarían a Japón en la Volvo Ocean Race, por aquel entonces todavía bajo la identificación de Whitbread 60.
Lo azaroso del destino hizo que la embarcación diseñada por John Swarbrick terminase años después en Helsinki después de ser víctima de unas luchas políticas y empresariales que le impidieron participar en la carrera transoceánica más importante del mundo. Allí, en los mares nórdicos, se convirtió en una embarcación para experiencias marinas exclusivas y, con esa idea, fue adquirida para Cabo de Cruz por la empresa Galgopreto Sailing.
Tras someterse en las últimas semanas a tareas de preparación y mantenimiento en el Varadoiro do Xufre en A Illa, los alumnos del ciclo de vela del CIFP Fermín Bouza Brey pudieron disfrutar del placer de navegar en una pieza de enorme valor deportivo y marino, capaz de alcanzar los 27 nudos de velocidad y absolutamente preparada para cruzar océanos.
Las cuatro horas de experiencias a bordo del Tokio II significaron un antes y un después en la formación de los doce alumnos del ciclo técnico deportivo en vela. Cualquier tipo de maniobra en lo que es un auténtico fórmula uno del mar adquiere otra dimensión que nada tiene que ver con otro tipo de navegación que se precie. Todas las maniobras realizadas supusieron un exclusivo aprendizaje que también sirvió para explotar las excelentes condiciones para la vela deportiva de la ría de Arousa y, de paso, disfrutar de una jornada inolvidable.