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La producción ecológica se asienta en O Salnés

El Craega abre una sucursal en el antiguo colegio unitario de A Pantrigueira | Las algas son uno de los productos más demandados

Inauguración de la sede del Craega en Vilanova.

El Consello Regulador de Agricultura Ecolóxica (Craega) ya cuenta con una sede en la comarca de O Salnés desde donde realizar las certificaciones con las que se avala cuando un producto, sea de huerta o de acuicultura, responde a los requisitos que marca la producción ecológica. La sede se situará en el edificio de la antigua escuela unitaria de A Pantrigueira, un local que ha cedido el Concello de Vilanova y que, antiguamente, fue utilizado como lugar para la celebración de aulas de informática hasta la apertura de Vista Real.

Francisco López Valladares, presidente de Craega, reconoció la necesidad que tenía la entidad de contar con instalaciones de estas características en Vilanova para dar servicio a todos los agricultores y acuicultores de la provincia de Pontevedra. No en vano, esta última actividad ha sido una de las que ha experimentado un mayor crecimiento en los últimos años, llegando a suponer el 20% del total de facturación que realiza el Craega, situado en estos momentos en 113 millones de euros anuales.

“Ya veníamos haciendo un pleno en Vilanova debido al crecimiento que han experimentado los productos vinculados al mar, como son el mejillón o las algas”, explica López Valladares. De hecho, en la comarca de O Salnés el Craega cuenta desde hace tiempo con dos vocalías, las que ocupan el bateeiro Juan Juncal y el conservero Álvaro Pérez Lafuente. Con la sede principal en Monforte, la de Vilanova es la segunda sede que el Craega abre en otro punto de Galicia después de hacerlo en Lugo.

López Ballesteros apunta que contar con esta oficina “era muy necesario para nosotros porque es un sector que está creciendo mucho, ya que mejillón, algas y conserveras, y también del sector vitivinícola, sectores que se han ido incorporando al Craega en la última década. Juan Juncal, representante de la entidad en la comarca apuntaba ayer en que el 98% de las bateas con certificación ecológica que existen en Galicia se encuentran en la ría de Arousa. “En el Craega se certifica por bateeiro particular, es decir, cada concesión debe ser certificada por su productor”, explica Juncal, antes de hacer hincapié en que, en los últimos años, “se han unido los recolectores de algas, una actividad que se encuentra en pleno crecimiento”, explica.

Contar con certificación ecológica es algo que el mercado valora mucho, apunta Juncal, ya que “se vende mejor y con más estabilidad”. Es cierto que “en los comienzos, en 2009, vendíamos muy poco, pero en los últimos años crecimos de forma brutal; hay un mayor precio y una mayor concienciación por parte del comprador, sobre todo después de que una serie de conserveras comenzaran a apostar por el producto con certificación ecológica”. Juncal reconoced que en el caso del mejillón “no vamos a crecer por cuestiones ajenas a la producción, pero las algas están creciendo mucho”.

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