Una docena de viviendas, instalaciones municipales y la propia Cofradía de A Illa son los integrantes del primer proyecto para la puesta en marcha de una célula energética de autoconsumo en el municipio.
El presidente del pósito, Juan José Rial Millán, y la presidenta de Arousa en Transición, Ana Millán, firmaron ayer un convenio para la puesta en marcha de este proyecto en el que la cofradía tendrá un papel muy importante.
En el tejado de su nave de A Revolta se van a instalar los paneles solares que van a suministrar energía eléctrica a todas las viviendas que conforman esta iniciativa experimental que, en el futuro, se pretende extender a todo el municipio.
El objetivo es que las placas fotovoltaicas que se instalen en el tejado de la nave de A Revolta ofrezcan suministro a la docena de viviendas, a instalaciones de la Cofradía y a dependencias municipales.
Además, van a suministrar también electricidad a un punto de recarga de automóviles. Será el primer cargador de automóviles público y, en principio, todo apunta a que se instalará en las inmediaciones del consistorio isleño, aunque la última palabra la tendrán los técnicos.
El patrón mayor de A Illa reconoce que este proyecto “es ilusionante, porque se trata de convertir este municipio en un apunta de lanza de la innovación, apostando por el ahorro energético y por la generación de energía limpia y no contaminante”. Millán espera que la iniciativa se vaya ampliando poco a poco en otros tejados con el objetivo de que “sean el máximo número de vecinos los que se sumen a esta apuesta”.
Ana Millán reconoce que la elección de la nave de A Revolta no ha sido una casualidad, sino que se basa en dos características muy determinadas que pueden ser clave a la hora de que “Mar e Lus” como se denomina la iniciativa, ofrezca los mejores resultados.
La primera de esas características es que se encuentra en uno de los puntos más altos de A Illa, por lo que cuenta con una incidencia lumínica más alta que otros puntos. La segunda y fundamental es que la condición que marca el Ministerio, que financia parte de su puesta en marcha, es que todos los usuarios de la célula fotovoltaica deben encontrarse en un radio inferior a los 500 metros de donde esta está ubicada y es en esa zona donde se encuentran un mayor número de asociados y promotores de Arousa en Transición.
El objetivo no es quedarse tan solo en una célula fotovoltaica, sino extender a todo el municipio esta modalidad energética para que la gente que cree en este modelo pueda participar. “Somos un proyecto piloto de lo que se está trabajando desde el Concello a través de EU Islands, una experiencia que nos permitirá testar de manera adecuada su funcionamiento y las posibilidades de implantación”, explica Millán.
De hecho, la pasada semana se celebró la mesa de contratación para poner en marcha el proyecto Nesoi, un estudio de viabilidad sobre la implantación de energías renovables en A Illa, donde se explicará de forma pormenorizada las potencialidades y las debilidades de una apuesta decidida por cambiar el modelo actual.
A Illa ya tiene marcado el camino hacia la transición energética, trabajando ya en varias iniciativas entre las que también destaca la intención de electrificar a toda la flota bateeira con el fin de acabar con el uso contaminante del gasóleo y convertir los barcos en una gran batería para el resto del municipio.
