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TRIBUNA LIBRE

J. R. Mulet honrado en su propio pueblo

Un amigo de la infancia de Mulet

Se dice que nadie es profeta en su tierra, pero Mulet demostró todo lo contrario, desde el primer momento en que aparecieron sus libros sobre las tradiciones, costumbres e historias del fútbol de Carril.

Mulet amaba Carril. En sus libros escribía sobre esas pequeñas cosas que había vivido y también sobre las tradiciones y costumbres que hacían más agradable la vida de su pequeño pueblo.

Podemos decir que a través de sus libros encontramos las raíces del pueblo y quedamos impresionados por su capacidad para ver su pueblo a través de los ojos de un niño y de un adulto.

En el prólogo de uno de sus libros podemos leer lo siguiente: “Los chavales no teníamos los juegos y adelantos de hoy pero nuestro pueblo nos ofrecía playas, carballeiras y lugares donde los juegos al aire libre entre pandillas reforzaba nuestra amistad y hoy la valoramos y seguimos conservando.

Su paso como presidente del Gato Negro no se puede olvidar. Restauró el edificio del antiguo ayuntamiento de Carril para el disfrute de todos los carrilexos, fue otro de sus logros, donde todos se sienten muy orgullosos.

Gracias a la comisión de fiestas de San Fidel todo el pueblo acudió a la plaza principal para recordarlo y admirar los paneles con sus fotos y las de sus amigos de la infancia. Hasta los costaleros que portaban la nueva imagen de San Fidel durante la procesión se detuvieron para honrarlo.

A muchos les gustaría ver su nombre en una de las calles del pueblo y otros desearían sentarse en un banco que lleve su nombre, y si es posible en el muelle viejo para poder admirar la isla de Cortegada, la silueta de Carril y recordar la infancia, costumbres y tradiciones que dejó escritas en sus libros.

En uno de ellos y al final podemos leer lo siguiente: “Cada año que pasa nos damos cuenta de que vamos perdiendo amigos de la infancia, de que ya no podemos conversar con ellos, pero sus nombres no se nos olvidan”.

Por desgracia, Mulet ya no está entre nosotros, pero seguimos conversando y recordando todo lo que ha escrito y eso lo demuestra el gran afecto que demostraron todos los carrilexos en la plaza principal del pueblo.

Como siempre decías, “Saúde e sorte para todos”.

*Vecino natural de Carril y residente en los Países Bajos

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