Arousa es un lugar atractivo para vivir. Prueba de ello son los datos de movimientos migratorios relativos a 2021 que acaba de publicar el Instituto Galego de Estadística (IGE), que rebelan que fueron más las personas que fijaron su residencia en la comarca que las que la abandonaron para mudarse a otra parte. Aunque el saldo migratorio –es la cantidad resultante de restar a las emigraciones las inmigraciones– descendió en relación a 2020 (en el primer año de pandemia se produjo un bum de cambios de domicilio), continúa siendo positivo, con 549 entradas (4.009) más que salidas (3.460). En 2020 la cifra era de 857.
Si dejamos a un lado los traslados de vivienda internos, es decir, entre los concellos de la propia comarca (1.191), el año pasado se empadronaron en O Salnés 2.818 nuevos vecinos: 847 de ellos procedentes de otras áreas de Pontevedra, 528 de otras provincias gallegas, 841 de otras comunidades autónomas y 602 del extranjero.
En cuanto a las emigraciones, abandonaron la comarca 2.269 habitantes. Buena parte eligieron municipios de la provincia de Pontevedra –fuera de O Salnés– para instalarse (772), mientras que 451 hicieron la mudanza hacia otras provincias de Galicia. La emigración externa se cuantifica en 1.046 personas: 726 se censaron en otras comunidades autónomas y 320 emprendieron rumbo al extranjero.
A Illa y Meis, en negativo
Analizando los movimientos migratorios por concellos, el saldo es positivo en todos salvo en A Illa y en Meis, que perdieron más vecinos de los que ganaron con las variaciones de residencia. Según la información que maneja el IGE, de Meis se marcharon 196 habitantes y llegaron 168 nuevos, lo que se traduce en un resultado de -28.
En el caso de A Illa, la diferencia es todavía mayor (-45) al recibir a 110 personas (30 menos que en 2020) y perder a 155 (50 más que el ejercicio anterior).
El saldo migratorio en el primer año de pandemia fue de +35 en el municipio isleño y de +80 en el meisino, unas cifras que nada tienen que ver con las de 2021.
Los demás municipios
Con respecto a los demás ayuntamientos de O Salnés, de Vilagarcía se marcharon 1.140 vecinos y llegaron 1.367. En Sanxenxo se instalaron 770 e hicieron las maletas 583; en Cambados fueron 469 y 463 respectivamente; en O Grove, 366 y 306 y en Vilanova 356 y 351.
En relación a los municipios de menor población, además de los ya analizados ( Meis y A Illa), están Ribadumia, que recibió a 242 nuevos residentes el año pasado y perdió a 179, y Meaño, que atrajo a 161 y se fueron de esta localidad 147 personas. En todos los casos los saldos migratorios son positivos.
