La comarca de Arousa volvió a soportar ayer temperaturas extremas que tienen activada la alerta roja, lo que supone mantener todos los consejos para evitar un golpe de calor o que no se registren incendios forestales.
Los termómetros rebasaron los 36 grados centígrados y la humedad del ambiente multiplicaba la sensación térmica, por lo que imágenes de viandantes refrescándose en fuentes públicas, o deportistas que no renuncian al baño fueron estampas cotidianas en las localidades arousanas.
Con todo, la jornada fue algo más soportable que la del martes cuando se rozaron los 40 grados centígrados con un sol radiante. En la tarde de ayer, la calima y ciertas nubes rebajaron algo los grados si bien la sensación de bochorno parecía mayor.
La falta de viento también fue una constante durante la jornada, una situación que en O Grove se consideró positiva en tanto que frenó la propagación del que se puede considerar el primer incendio forestal del verano en O Salnés.
Para hoy también se esperan altas temperaturas, aunque a medida que transcurra la semana podrían moderarse. Como contraste ,la temperatura del agua del mar, apenas superó los 19 grados centígrados por lo que se notaba fría.
