Fue una hora de recorrido con niños para conocer la intrahistoria de la isla, su vieja iglesia y camposanto, leyendas de la Santa Compaña que también habían aflorado en Ons, o episodios de hundimientos, entre ellos cuando el submarino italiano Archimedi cedido al bando golpista durante la Guerra Civil, siendo rebautizado como “General Mola”, uno de los pecios más preciados de la Armada golpista que, precisamente, se estrelló contra la isla en 1959 cuando era remolcado rumbo al desguace.
Por la tarde, jornada de baño en la playa, y juegos populares para niños y mayores en la arena bajo a dirección de un grupo de monitores que dirigía la velada vespertina, hasta que, al filo de las 19,30 regresaban a Portonovo.
Era el año 1959 cuando el submarino “General Mola” era conducido desde Cartagena rumbo al País Vasco para su desguace sufre a la altura de Ons, la rotura del cabo que le remolcaba y le dejó a la deriva, por lo que el submarino acabó estrellándose contra la isla y hundiéndose.
Una empresa de desguace compró los derechos. Con el trabajo de buzos comenzó al desmantelamiento del buque y el traslado de sus planchas de hierro al espigón de Ons para preparar un porte con el material a tierra. Pero cuando se aprestaba a ello se encontró con el espigón vacío por cuanto los lugareños habían perpetrado el hurto para su aprovechamiento. La denuncia hizo que el gobierno desplegara agentes de las fuerzas armadas en la isla para dar con los responsables.
Se atribuye al párroco de Ons que fue el que organizó una declaración única por parte de cada interrogado: que ese fin de semana se había padecido un fuerte temporal en la isla, el cual se llevó del espigón las planchas metálicas, y que estas acabaran por ir regresando luego a las playas.
Y en casos así, la ley autoriza a los isleños a quedarse con todo lo viene de mar. Fue así que en la isla se hizo popular el dicho “en Ons, o ferro aboia”.
