El Concello de Valga y la Xunta de Galicia han completado, gracias a la colaboración desinteresada de un grupo de vecinos que cedieron los terrenos necesarios, el proyecto de mejora de la seguridad en un tramo del Camiño Portugués existente en el lugar de O Pino, muy cerca del albergue de peregrinos de la localidad valguesa.
Se trata de un proyecto del que ya se habló en ocasiones anteriores que supuso un desembolso de 80.000 euros y ayuda a proteger a los caminantes, evitándoles transitar por la carretera.
En el gobierno de José María Bello Maneiro esgrimen que las obras consistieron en la creación de “un sendero que hace que peatones y vehículos dispongan de zonas de circulación separadas, evitando así situaciones de riesgo”.
Es un pequeño tramo de dos metros de ancho que ha sido dotado de zahorra compactada y discurre desde uno de los puentes que pasan sobre la autopista AP-9 hasta las inmediaciones del antiguo campo de fútbol de O Pino, donde el Camiño Portugués se desvía de la carretera para avanzar por el monte hacia San Miguel, en el que está considerado “uno de los tramos más hermosos” de este itinerario Xacobeo.