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El hundimiento de un barco empaña el buen inicio de la campaña de la volandeira en Arousa

La sala de subastas de Cambados, llena de cajas de volandeira, ayer por la tarde. | // NOÉ PARGA

El hundimiento de un barco de Rianxo empañó el inicio de la campaña de la volandeira, que fue mejor en el sur de la ría de Arousa que en el norte. El naufragio se saldó sin daños personales gracias a la rápida intervención de otra embarcación del “bou de vara”, que estaba trabajando en las proximidades del “Bearro II”, el barco siniestrado.

El hundimiento se produjo poco antes del mediodía de ayer, en las proximidades de la isla de Benza, situada frente a la costa de Cabo de Cruz (Boiro). El “Bearro II”, con dos hermanos como tripulantes, estaba participando en la primera jornada del “bou de vara”, arte con el que en esta época del año se capturan principalmente volandeira y chopos. Los tripulantes estaban realizando una maniobra cuando de repente se les fue el aparejo hacia un costado, lo cual provocó un corrimiento de pesos y que la embarcación escorase.

Jesús Torres Iglesias, patrón del “Hermanos Torres”, que estaba trabajando a media milla de distancia, vio como el “Bearro II” perdía la estabilidad, por lo que tomó la decisión de ir a socorrerlo de inmediato. “Ya teníamos el cupo de volandeira, pero estábamos mirando si cogíamos algo de pescado”, afirma el patrón. “Llevábamos el arrastre, pero lo tiré todo al mar y fuimos a auxiliarles lo más rápido que pudimos”, afirmó a preguntas de FARO poco después del accidente.

Los dos pescadores se echaron al agua y tuvieron que nadar unos metros para llegar al "Hermanos Torres"

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Cuando llegaron a las proximidades del “Bearro II” también se habían acercado dos barcos bateeiros grandes de Cabo de Cruz. La embarcación siniestrada ya estaba a punto de hundirse, y los dos hermanos se echaron al agua. “Nadaron siete, ocho, como mucho diez metros para llegar a nuestra altura”, señala Jesús Torres.

Los dos hombres, de unos 35 y 45 años, respectivamente, se encontraban bien, aunque nerviosos por lo sucedido. El patrón del “Hermanos Torres”, en el que también navegaban dos hombres, les pidió que bajasen a la zona de máquinas y mientras, él recuperó algunos enseres de pesca y de material de salvamento del “Bearro II”. Posteriormente, pusieron rumbo a tierra. Jesús Torres apunta que las condiciones meteorológicas y del mar en el entorno de Benza no eran malas, y que por fortuna el barco se hundió en una zona no muy profunda, por lo que es posible que se pueda reflotar el “Bearro II” sin mayores complicaciones.

Dos pescadores limpian el marisco antes de colocarlo en la zona de subastas, en Cambados. | // NOÉ PARGA

Por lo demás la jornada de ayer fue positiva, sobre todo en Cambados. En la lonja de Tragove se vendieron 4.170 kilos de volandeira, una cantidad muy superior a la del primer día de la campaña de 2020 (2.894 kilos), y a la del arranque de la de 2019 (3.420 kilos). Los precios también fueron relativamente buenos, con una primera parada de 10 euros el kilo, y una última de 2,45. El precio medio fue de 4,30 euros.

En Cambados salieron 42 embarcaciones, y la mayoría trabajaron más o menos juntas en la zona más próxima a esta localidad, si buen algunos patrones prefirieron probar suerte frente a Vilagarcía. El cupo de capturas en Cambados se ha fijado en 40 kilos por tripulante, y se hicieron con facilidad durante la primera jornada, hasta el extremo de que los primeros barcos ya llegaron a puerto a partir de las 10.30 horas de la mañana.

En Cambados se vendieron más de 4.000 kilos, una cantidad superior a las del primer día de campaña de los dos últimos años

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El gerente de la lonja, Manuel Rivas, ha señalado que, “la volandeira que ha venido el primer día tiene un buen tamaño y además todos los lotes son homogéneos”, lo cual se ha traducido en unos buenos precios. Mientras, el patrón mayor, Ruperto Costa, ha señalado que la primera jornada ha sido buena, pero que aún no se pueden sacar conclusiones. “Hoy (por ayer) estuvieron todos los barcos juntos por el mal tiempo. Hay que esperar a ver como sigue la campaña en cuanto los barcos empiecen a repartirse”.

Mientras, en Rianxo las sensaciones han sido algo peores, y el patrón mayor, Miguel Ángel Iglesias, afirma que aunque, “sí parece que hay alguna volandeira”, “es más pequeña que el año pasado”. En esta localidad se vendieron 2.670 kilos durante la tarde de ayer, con precios que oscilaron entre los 9,90 euros el kilo de máximo y los 1,23 euros de mínimo. El precio medio fue de 1,57 euros el kilo.

El regreso a las mesas de otra delicia, el chopo

El arranque del “bou de vara” ha supuesto la llegada a las lonjas de Cambados y Rianxo de la volandeira fresca de la ría de Arousa. Un marisco muy apreciado tanto para su consumo en la hostelería y en casa como para la elaboración de conservas. Pero con el “bou” también se puede obtener otro de los mayores tesoros de la ría, como son los chopos. Aunque la primera jornada no fue pródiga en esta especie. En Rianxo solo se subastaron 150 kilos.


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