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SALETA GONZÁLEZ | Bióloga y directora técnica del proyecto Plancton

“En las playas no debería haber papeleras”

Saleta González Pimentel, en una limpieza en la costa. | // CEDIDA

El mar no es un basurero, aunque a veces lo parezca. Afundación y la Obra Social de Abanca pusieron en marcha la pasada primavera el proyecto Plancton, y desde entonces han organizado limpiezas de playas, concesiones marisqueras y fondos marinos de una decena de localidades gallegas. En esas jornadas se retiraron 18 toneladas de residuos, que van desde cientos de neumáticos usados, hasta enormes acúmulos de redes y aparejos viejos, pasando por electrodomésticos, bolsas de la compra, palillos de batea, desvencijadas sillas de plástico y hasta baterías de coche. La directora técnica de este proyecto es la bióloga pontevedresa Saleta González, quien advierte de que la basura no llega al mar solo por culpa de los desaprensivos. Un gesto tan sencillo y bienintencionado como depositar en la papelera de una playa el envoltorio de un helado puede ser también el origen del plástico que semanas después acabará con la vida de una tortuga.

–¿Cómo ha llegado a la costa el tipo de residuos que están retirando? ¿Son de origen local ?

–La basura marina tiene orígenes múltiples. Por un lado, está el origen terrestre y por otro el vinculado a las actividades marítimas, pesqueras o recreativas. Una vía importante de llegada de esta basura al mar son los ríos, porque todo lo que tiremos tierra adentro puede llegar tarde o temprano al mar. En general, se estima que entre un 20 y un 30 por ciento de los residuos que hay en el mar tienen su origen en actividades marítimas, pesqueras o recreativas, y el resto procede de tierra. En cualquier caso, presuponemos que lo que estamos encontrando en las playas durante este proyecto tiene un origen local, aunque son residuos que se hayan movido mucho.

–El pasado fin de semana retiraron más de una tonelada de neumáticos en una limpieza realizada entre las costas de O Grove y Cambados. ¿Qué explicación tiene esa cantidad tan elevada de ruedas?

–Lo que nos transmiten los pescadores es que son viejas defensas de los barcos. Está bien la reutilización de los neumáticos para esa función, pero hay que evitar que después terminen en el medio natural. Evidentemente, hay pérdidas accidentales, pero muchas otras no lo son.

"La basura marina causará perjuicios en la salud, primero de los animales y después de los humanos"

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–Sus informes indican que en más de una limpieza los desechos predominantes son cabos, aparejos o nasas, procedentes de la actividad pesquera. ¿Hay que mejorar la gestión de los residuos que genera la pesca en Galicia?

–Lo más importante en esto, como en muchas otras cosas, es invertir más en la prevención. Ahora se está incidiendo mucho en el proceso final, en las limpiezas de playas o de fondos, pero hay que invertir más en la prevención de la generación de esos residuos. Habrá que implantar medidas de seguridad para evitar la producción de esos residuos e invertir más en acciones de sensibilización.

–¿La basura que predomina en la costa de Arousa supone solo un problema estético o tiene también incidencia sobre los ecosistemas?

–La basura marina causa problemas visibles e inmediatos sobre la fauna. Ya se conocen casos de tortugas o aves que han muerto por la ingesta de plásticos, de animales que se han asfixiado o que han sufrido deformaciones porque quedaron enredados en cuerdas. Hoy en día, aún se está investigando los efectos de los microplásticos en la cadena trófica hasta llegar a nosotros. Estas basuras también transportan elementos contaminantes, de modo que en mi opinión a corto o medio plazo causará perjuicios en la salud, primero de los animales y después de los humanos.

Montón de cabos y aparejos recogidos en la limpieza de Cambados Iñaki Abella

–En una docena de limpiezas retiraron 18 toneladas de basura. ¿Cómo es posible que haya tanta?

–Todos somos potenciales generadores de basura marina, consciente o inconscientemente. Por ejemplo, pensemos en esa papelera de la playa a la que arrojamos el envoltorio de nuestro helado. Si esa papelera se llena y no se vacía, a poco viento que haga mucha de esa basura acabará en el mar. Tenemos que cambiar nuestros hábitos. Volviendo a ese ejemplo, yo soy de la opinión de que en las playas no debería haber papeleras.

–Cada persona debería llevar consigo de vuelta a casa los residuos que haya generado.

–En una ciudad puede no ser necesario, pero si estás en un espacio natural, sí. Es más, cuando se va a ir a un espacio natural se debería evitar llevar determinadas cosas. Cuando empecé a participar en limpiezas de playas, una de las cosas que más me llamó la atención fue la presencia de cientos de bastoncillos de los oídos. ¿Cómo llegaron hasta allí? Lógicamente, nadie los ha tirado adrede en la playa. Llegaron al mar porque hay gente que utiliza los inodoros como una papelera. Los bastoncillos son tan delgados que pasan los filtros de las depuradoras y llegan al mar.

"Todos somos potenciales generadores de basura marina, consciente o inconscientemente"

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–Varias ferias y mercados de O Salnés y Pontevedra se celebran al lado del mar o de los ríos. ¿Habría que cambiarlas de lugar para evitar la caída de basura accidental o voluntaria al agua?

–Es cierto que casi todos estos mercados se realizan al lado de ríos o del mar. No se trata de prohibir por prohibir, sino de consensuar una serie de medidas que eviten la llegada de esa basura al agua.

–La opinión pública presta mucha atención a los efectos del CO2 sobre la atmósfera y el calentamiento global. ¿Se desconoce la relación entre de la salud de los océanos y la del planeta?

–Lo mismo podría decirse de los ecosistemas terrestres, como los bosques o los prados. La civilización va tan rápido que no vemos los impactos que le causaremos al medio a largo plazo. Por eso no tenemos la sensación de que nos estamos cargando el planeta.

Basura en el paraíso natural de Areoso

Uno de los aspectos más positivos del proyecto “Plancton” es que cuenta con un gran respaldo social, tal y como destaca Saleta González. Para ella, la participación activa de pescadores y mariscadores en la recogida de los desechos, y la implicación logística y económica de las entidades colaboradoras, como los concellos, son un motivo de esperanza. Afundación y la Obra Social de Abanca cuentan con el apoyo de la Fundación Biodiversidad, del Ministerio para la Transición Ecológica, a través de su programa Pleamar.

La iniciativa arrancó el 21 de abril con una intervención en diez playas de A Illa, y la última hasta ahora fue el pasado fin de semana en varias concesiones marisqueras de O Grove, que se encuentran repartidas por las costas de esta localidad y de Castrelo, en Cambados. En total, han participado casi 700 personas, y se recogieron 18,5 toneladas de basura. Tras A Illa, los voluntarios pasaron por el islote de Areoso, las playas de la isla de Cortegada y Carril, Cambados y A Lanzada. El pasado fin de semana se retiraron más de 10 toneladas de residuos; de A Illa se quitaron casi 3.500 kilos en dos días; y de los fondos de Areoso, 2.000 kilos.

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