La asociación Amigos de Galicia acude como acusación particular al juicio contra el scerdote salesiano denunciado por presuntos abusos sexuales en un campamento juvenil. En el colectivo subrayan que su personamiento está justificado en la defensa de los menores que sufren cualquier tipo de violencia por lo que han anunciado que también ejercerán acciones en el caso del triple asesinato de Valga además de otros tan relevantes como el de la niña Desiré Leal a la que supuestamente mató su madre, o los ocurridos en Santiago, Vedra o Mondoñedo, entre otros.
En el que ahora se juzga en la Audiencia de Pontevedra, Amigos de Galicia explica que se persona “en defensa de los menores afectados, siendo conscientes de que este tipo de conductas deja en ellos graves secuelas que influirán en su desarrollo emocional, en muchos casos irreparables”.
Conducta lasciva
En este sentido arguyen en el colectivo que se aportarán informes realizados a los menores afectados que demuestran que padecen “trastornos de estrés postraumático así como síntomas de intrusión, evitación y aumento de la activación; pensamientos recurrentes, recuerdos angustiosos, sentimientos de culpa, vergüenza y desconfianza; además de problemas de concentración y sueño”.
Ponen de manifiesto que el sacerdote supuestamente “cometió los hechos entre el 15 y el 23 de julio de 2019, durante unas convivencias que él mismo dirigía y que estaban organizadas por el colegio, a través de la asociación Abertal, en las instalaciones de la congregación salesiana, a las afueras de la villa de Cambados”.
Superioridad
El letrado de la acusación ejercida por Amigos de Galicia Francisco José Lago Calvo expone que el acusado se sirvió de la confianza que los menores tenían en él y “aprovechando la situación de superioridad que ostentaba por razón de su profesión y cargo, durante los meses de abril y julio de 2019, con el propósito de satisfacer su ánimo lúbrico y de atacar la indemnidad sexual de los menores que tenía a su cargo, llevó a cabo diversos comportamientos lascivos consistentes en tocamientos en varias partes del cuerpo, sobre seis personas, todas ellas menores de 16 años en el momento de los hechos, y en pleno desarrollo de su sexualidad”.
A su juicio, estos hechos con constitutivos “de delitos de abusos sexuales a menores de 16 años, en algunos casos continuados, previsto y penado en los artículos 74.1 y 3, 183.1 y 183.4 del Código penal vigente”.
En el escrito del fiscal también se califica de abusos sexuales el comportamiento del sacerdote salesiano cambadés para quien solicita, en el escrito de calificación provisional, penas que suman 67 años y medio de prisión. La Audiencia reserva en principio tres días para la celebración de la vista.
