Bares y tiendas marcan los primeros pasos de la recuperación de una comarca en la que se registraron 80 altas de autónomos en el último mes, de los 500 de Galicia, pero la mitad se corresponden con esos dos gremios. “No hemos aprendido nada en 15 meses de crisis sanitaria”, se lamenta el vilagarciano Eduardo Abad Sabarís, presidente de la principal agrupación española de autónomos, la UPTA. “Ese modelo es una barbaridad desde el punto de vista económico en una comarca que debería apostar por la industrialización: se necesitan mil nuevos puestos de trabajo en O Salnés, con urgencia”, atiza.
La queja se enmarca en un momento con apariencia positiva pues constatar que en un solo mes se han activado 500 emprendedores en Galicia parece que traza un buen camino, pero la UPTA teme a cuando el globo se desinfle.
“Acabo de ver los números de O Salnés y el resultado real es que tenemos un comercio por cada 200 habitantes y un bar por cada 180; y eso es un disparate imposible de sostener”. Estos datos de Abad contrastan con los de países de similar entidad: “El promedio en Francia es de un comercio por cada 300 personas y de un bar para cada 350”.
La situación se ha constatado como especialmente gravosa para la administración que tuvo que indemnizar a miles de damnificados al tener que cerrar sus puertas durante el confinamiento y soportar restricciones horarias, cierres perimetrales o incluso seguir con la incertidumbre de cuándo se podrá reabrir el ocio nocturno.
Reinvención de los hosteleros
El presidente de UPTA reconoce que el colectivo ha tenido que reinventarse porque la sociedad cambió muchos de sus hábitos. “El verano ha animado el consumo en estos pequeños establecimientos, aunque en Galicia el tiempo no ha acompañado en las últimas semanas, pero es cierto que ya han abierto la práctica totalidad de los locales de hostelería”.
"Los nuevos hábitos de consumo en los bares han llegado para quedarse"
Y ello ha dejado ver brotes verdes en la economía pues el sector se ha adaptado a unas costumbres que “han llegado para quedarse”. “La hostelería ya trabaja menos de noche y más de día, menos por la tarde y más por la mañana; queda solo cubrir el hueco del ocio”.
Este fenómeno social, sin embargo es insuficiente para salir de la crisis porque significaría “mantener los errores de siempre”.
Abad denuncia que la economía de O Salnés “se anquilosa” por el hecho de que sigue sin apostarse por la creación de empresas y porque “en los parques industriales crecen malvas”.
“O Salnés no puede seguir dependiendo de subvenciones y ayudas"
“O Salnés no puede seguir dependiendo de subvenciones y ayudas, las instituciones tienen que activarse y buscar otro tipo de salidas laborales en las que cuenten con autónomos cualificados; hay muchos campos abiertos para ingenieros, para empresas TIC, servicios informáticos, mecánica y otras muchas ideas competitivas”.
Sin embargo, entiende el representante de los autónomos “faltan industrias que ofrezcan este tipo de puestos especializados y solo se apuesta por políticas cortoplacistas”
Exige Abad que las distintas administraciones -Xunta, Diputación, Mancomunidade y Ayuntamientos- cojan el toro por los cuernos “porque nunca se han sentado en una mesa para ofrecer alternativas”.
"Comarca improductiva"
Y entiende que ello ha provocado que O Salnés sea en la actualidad “una comarca improductiva”, lo que es casi lo mismo que empobrecida y sin apenas expectativas de futuro, cuando hace no muchos años era uno de los polos de dinamización en la provincia de Pontevedra”.
“La generación de industria es la clave para salir de este proceso”, agrega el portavoz nacional de los empresarios autónomos.
“La deslocalización de la conserva ha causado estragos en la economía de la comarca, que hay que reparar”
La industria de transformación de los productos del mar fue el gran motor de la economía comarcal a finales del pasado siglo y primera década del XXI. Su deslocalización y el traslado de las conserveras “a Portugal o Marruecos” ha constituido el más duro golpe recibido, a juicio de Abad. El presidente de los autónomos pone como ejemplo lo sucedido en Vilaxoán “tras la desaparición de empresas emblemáticas como Pita, Cuca, Peña...” El número de empleos que se han perdido son ahora difícilmente recuperables, “simplemente porque la conserva era un referente económico de O Salnés que prácticamente se ha extinguido”, Y añade Eduardo Abad, “esa infraestructura nunca fue sustituida por otra actividad por lo que O Salnés ha perdido ese atractivo del que se presumió durante años porque permitía mantener un nivel de vida razonable”. Esa prosperidad es lo que echa en falta el presidente de UPTA que considera imprescindible, a la vez que urgente, crear una mesa de trabajo para atraer emprendimiento con empresas e industrias competitivas. “Es de juzgado de guardia que los parques industriales estén criando malvas”,
