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Los clientes de Mercadena encuentran aparcamiento

Manuel Fernández, sentado a la sombra de un camión estacionado en la zona reservada para aparcamiento. T.H.

Los placeros de Mercadena, en el Ayuntamiento de Meaño, llegaron a un acuerdo con el propietario del antiguo bar Bértolo para hacerse con la gestión de su estacionamiento y que los clientes de las diferentes firmas comerciales del centro adheridas a este proyecto puedan beneficiarse de este espacio para estacionar.

El propietario reconoció la existencia de ese acuerdo privado, impulsado por tres placeros en concreto, para recuperarlo como aparcamiento.

Ajardinamiento

El acuerdo cristalizó estos días y se fraguó desde que Manuel Fernández puso en marcha una actuación para ajardinar el espacio.

Su objetivo, tras colocar unos aros grandes de hormigón que hagan las veces de maceteros, es disponer de árboles ornamentales y bancos para que el área se convierta en zona descanso para los viandantes.

“Es un acuerdo con los placeros, no con el ayuntamiento, que primero me discutió la propiedad de los terrenos, y que ahora me venía con una oferta irrisoria que ni valoré”.

Manuel Fernández - Propietario del terreno

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Dieciséis vehículos y 200 euros mensuales

El entendimiento llegó tras pactarse un alquiler de 200 euros mensuales para reservar esa zona, con capacidad para 16 vehículos, para dar servicio a los clientes de las firmas Carnicería Serantes, Pescados Garrido y Frutas Dena.

Manuel Fernández reconoce que “es un acuerdo con los placeros, no con el ayuntamiento, que primero me discutió –con la anterior alcaldesa– la propiedad de los terrenos, y que ahora –con el nuevo alcalde– me venía con una oferta irrisoria que ni valoré”.

Instalaciones de Mercadena. Abella

Una vez que el Concello de Meaño daba marcha atrás y confirmaba la propiedad privada de este espacio, el septuagenario entendía que era necesario adecentar esa zona delante de su vivienda. “Como parecía que no interesaba como estacionamiento –afirma–, me planteé convertirlo en una pequeña alameda con unas palmeras y unos bancos para descanso, para que la gente pudiera sentarse a disfrutar de la sombra”.

Un cartel de cuatro metros

Este movimiento animó a los placeros a tomar la iniciativa, negociando por su cuenta con el propietario, y su oferta sí cristalizó.

Instalaciones de Mercadena. Parga

Manuel Fernández se ha comprometido con los placeros a asumir el coste para disponer en la fachada de la vivienda un rótulo de cuatro metros de largo que advierta que se trata de un área de estacionamiento reservada para los clientes de la tres firmas que suscribieron el acuerdo.

Una vieja disputa por la titularidad entre un vecino y el Concello de Meaño

La titularidad del aparcamiento empezó a aclararse a inicios de octubre de 2018, cuando Manuel Fernández entendía que se estaban vulnerando sus derechos.

Fue entonces cuando este vecino decidió borrar con pintura negra la señalización horizontal del estacionamiento y, al mismo tiempo, cerraba el acceso al mismo con vigas.

A ello contestó el Concello de Meaño, presidido entonces por Lourdes Ucha, retirando esas vigas, precintando la Policía Local el recinto y mandando a los operarios municipales repintar el estacionamiento. Aun así, el vecino no se amilanó, recolocando los bloques de cierre y borrando por segunda vez la señalización horizontal. Era una disputa que parecía abocada a un litigio. Manuel Fernández se aferraba a un documento que acredita la titularidad de esta parcela de 3.033 metros cuadrados y a una copia del Catastro que lo confirma.

Otra prueba a tener en cuenta es que en 2011 Augas de Galicia, dado que la parcela linda con el regato Fondón, que discurre entubado en ese tramo paralelo a la PO-550, autorizaba a Manuel Fernández a disponer –en el hoy en día aparcamiento– “un cierre de 36,68 metros lineales, con postes de piedra de dos metros de altura dispuestos a 4 metros del río Fondón”.

Una actuación que no se llevó a cabo porque, finalmente, lo disuadió el entonces alcalde, Jorge Domínguez. Mucho antes, en el año 1999, ese estacionamiento fue aglomerado, y cuando en octubre de aquel año fue interpelado el alcalde Jorge Domínguez en un pleno, preguntando por quién había asfaltado el estacionamiento del bar Bértolo, el regidor respondió literalmente: “Lo asfaltó su propietario en el tramo que le correspondía”, en referencia al propio Manuel Fernández.

Es más, éste acreditó con la factura a su nombre que le extendió al empresa Covsa que fue él quien ejecutó aquella obra. En la otra franja del estacionamiento –correspondiente en ese caso a los cuatro metros afectados por el regato Fondón– el aglomerado había sido sufragado por el Concello de Meaño.

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