Las mariscadoras de Carril llegaron ayer a tiempo para salvar de las algas los pocos bivalvos que quedan en la playa de Compostela. Esta vez los presagios de la agrupación no se cumplieron y sus integrantes pudieron limpiar el arenal sin que la producción se viese afectada.
El muestreo realizado por los biólogos tras las riadas de febrero concluyeron que la mortandad de babosa en este banco era del 100%, si bien buena parte de la japónica y algo de berberecho aguantaron el descenso de la salinidad.
Ahora las mariscadoras temían encontrarse con un sinfín de conchas abiertas bajo la gruesa capa de algas. Pero afortunadamente para el sector, no fue así. “Se veía algún berberecho levantado pero no muerto y a medida que retirábamos las algas ya se iba enterrando”, apunta el presidente de la agrupación de marisqueo a pie de Carril, Rolando Vidal.
"Se veía algún berberecho levantado pero no muerto y a medida que retirábamos las algas ya se iba enterrando”
Colaboración del Concello de Vilagarcía
Él y sus compañeras aprovecharon la bajamar para realizar la limpieza, una ardua labor en la que contaron con la ayuda de una pala facilitada por el Concello de Vilagarcía. “Normalmente el Ayuntamiento nos pone contenedores y también un motocultor, pero en esta ocasión nos mandó una pala y todavía mejor. La verdad es que se está portando genial con nosotros”, agradece Vidal.
En algo más de dos horas las mariscadoras llenaron dos contenedores de algas y prevén continuar con los trabajos hoy, mañana, viernes y sábado.
Rolando Vidal atribuye la proliferación de algas en superficie a la combinación de viento y lluvia de hace unos días y al depósito por parte de algunos parquistas de sus algas en “una poza justo al lado de nuestra zona”. El presidente admite que esa ubicación fue un acuerdo alcanzado hace años entre ambos colectivos pero que es necesario revisar.
