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Besar la Cruz y Lavatorio de pies, dos ritos prohibidos en la Semana Santa de Cambados

Ofrenda floral ante las imágenes que deberían salir en procesión esta Semana Santa

La Semana Santa de Cambados recobra cierto brío en este 2021 aunque todavía con un carácter más intimista de lo deseado en el templo de Santa Mariña Dozo en el que se custodian las principales imágenes que cada Jueves, Viernes y Sábado Santo recorrían las calles del centro histórico.

“Es un paso impresionante si recordamos que el pasado año estábamos todos en casa”, exclama con satisfacción el arcipreste y párroco cambadés José Aldao quien desde primera hora de la mañana supervisaba la organización de los actos de estas fiestas de Pascua.

Es un paso impresionante si recordamos que el pasado año estábamos todos en casa

José Aldao - Párroco de Cambados y arcipreste de Arousa

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En la iglesia se afanaban los sacristanes en medir al milímetro cada rincón del templo para la “gran celebración” de la Última Cena mientras entremezclaban varios centros florales de frescos claveles rojos, blancas calas y rododendros que hacían resaltar las imágenes de una Pasión que recobró parte de la “espiritualidad”, cuya esencia en gran medida se perdió durante el confinamiento.

En una de las capillas centrales, el Nazareno y el Cristo Yacente en el sepulcro parecían observados por la Dolorosa y Nuestra Señora de las Angustias y a cierta distancia la imagen de San Juan Bautista se sumaba a esa escena de dolor que supone la conmemoración de la muerte de Jesús.

Sin la pompa de las carrozas ni cofrades

Y aunque ninguna lució en sus carrozas como mandaría la tradición, en la iglesia de San Francisco se revivió la conmemoración de la Última Cena, dentro de los oficios de la Semana Santa, si bien el párroco subrayó que fue necesario suspender el “lavatorio de pies”, una de las ceremonias más emotivas del Jueves Santo junto con el Sermón del Mandato pero que fue anulada por motivos de higiene y, sobre todo, de salud.

El párroco José Aldao ora ante el Monumento Iñaki Abella

Al término de la celebración eucarística se llevó a cabo el traslado del Santísimo al Monumento en la capilla de Fátima, un acto muy sencillo pero también lleno de simbolismo religioso en esta época del año.

Y luego, los fieles han tenido oportunidad de participar en el velatorio que se prolongó hasta las nueve y media de la noche, con el fin de cumplir con el horario vigente del toque de queda.

Arreglos en la iglesia antes de la celebración de la Última Cena Iñaki Abella

Participaron en esta ceremonia los miembros de la Adoración Nocturna que tras interrumpir la oración regresan a la capilla de Fátima a partir de las ocho de la mañana de hoy Viernes Santo, para acompañar al Santísimo.

Imaginería del siglo XVIII


El sonido de las cornetas y tambores, el paso de los cofrades, silenciosos y penitentes, la devoción de los que portaban las andas se echa de menos en esta segunda Semana Santa afectada por la crisis del COVID. El arcipreste de O Salnés José Aldao está convencido de que el próximo año se recuperarán todas las marchas procesionales “y lo celebraremos por todo lo alto”. Cabe señalar que las imágenes del Nazareno, de la Virgen de las Angustias o de la Soledad, San Juan, Verónica o María Magdalena son veneradas en la villa desde el siglo XVIII. No solo en Cambados se han anulado las procesiones pues también Vilagarcía ha quedado de nuevo sin poder sacar los pasos que acompaña la Cofradía de la Segunda Estación.

Precisamente hoy Viernes Santo se llevará a cabo en el templo cambadés el llamado memorial de la Pasión y muerte de Jesús con un Via Crucis de los jóvenes a las 12 del mediodía y, por la tarde, a partir de las seis, la celebración litúrgica para acompañar luego a la Virgen María “en su soledad”, a las ocho y media de la tarde, según expone el programa semanal de la parroquia, a través de su boletín “Atalaya de la Pastora”.

Unas celebraciones que continúan todo el fin de semana con los actos del Sábado de Gloria, en el que se celebrará la Vigilia Pascual también con horario reducido pues finalizará a las ocho de la tarde, cuando en años anteriores se prolongaba hasta las 23.30 horas, como explica el sacerdote.

Serán dos niños los que entren a formar parte de la iglesia a través del bautismo

José Aldao - Párroco de Santa Mariña Dozo

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Y como colofón cabe señalar los actos que se llevan a cabo el Domingo de Resurrección con una misa a las 13.15 horas caracterizada por los alegres bautizos que se suelen celebrar en esta jornada.

“Con seguridad serán dos niños los que entren a formar parte de la iglesia; este año no son más por las restricciones pues hay familias que no han conseguido reunirse porque estaban en otras comunidades autónomas”, admite con resignación Aldao, uno de los sacerdotes que más se involucra en las ceremonias dirigidas a la infancia.

Ecce Homo y el Encuentro, las procesiones más multitudinarias


La espectacularidad de la Semana Santa de Cambados siempre estuvo fuera de duda tanto por la devoción que muestran los vecinos como por el realismo de las imágenes que procesionaban. Unos actos que incluyen desde la procesión de La Borriquita el Domingo de Ramos como por la de la Virgen de los Dolores, una marcha larga, que salía de la iglesia parroquial en dirección al centro por la avenida de Galicia después de pasar por la avenida de A Pastora y la Rúa Nova. En la conmemoración del Jueves Santo los actos se trasladaban a la capilla del asilo de San Tomé, de donde tendría la procesión nocturna del Ecce Homo que se recogía en la iglesia parroquial tras pasar por calles del casco viejo como Hospital o Isabel II. Finalmente, la parroquia celebraba otras tres procesiones en el Viernes Santo. La primera, y una de las más emotivas de la Pascua cambadesa, era la del Santo Encuentro entre Jesús y la Virgen María en la plaza de Alfredo Brañas. Salía a primera hora de la mañana de la iglesia parroquial y se recogía en San Benito, con presencia de cientos de fieles en el recorrido marcado por los pasos acompañados de los cofrades. Por la tarde se desarrollaba la procesión del Santo Entierro, también muy larga, pues partía de la plaza de Fefiñáns y terminaba en el templo del centro tras pasar por la avenida de Galicia, Catro Camiños o la calle Hospital. Finalmente, con la oscuridad de la noche, la procesión de La Soledad, con salida de la parroquial y término en San Benito y que era protagonizada por mujeres.


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