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Sapo de espuelas: crónica de una muerte anunciada

Captura de pantalla del vídeo de Axena.org en el que se muestra al sapo de espuelas. Axena

El sapo de espuelas (Pelobates cultripes) lleva años en una situación crítica en Galicia, y todo indica que sus poblaciones no dejan de reducirse. Tanto es así que en algunos lugares donde solía dejarse ver, aunque fuera de forma muy reducida, ya hace tiempo que no aparece.

Los rellenos de las charcas de cría y/o su desecación por este u otros motivos, ya sean artificiales o causas naturales, la proliferación de plantas invasoras y el atropello de este anfibio cuando se desplaza en época de apareamiento, son algunas de las amenazas que pesan sobre este singular y rechoncho sapo.

Productos fitosanitarios y jabalíes

Al igual que sufre las consecuencias del uso de productos fitosanitarios en viñedos y fincas próximos a zonas húmedas, e incluso las derivadas de la creciente presencia de jabalíes en los montes gallegos.

Por unas causas u otras se ha convertido en el anfibio más escaso y amenazado de Galicia, siendo el que mayor declive ha experimentado en las últimas décadas.

En el Aula de la Naturaleza asentada en Monte Siradella (O Grove), dependiente de la Consellería de Medio Ambiente, daban cuenta hace unos días de una nueva prospección en busca de anfibios realizada en el entorno por efectivos de la propia Administración autonómica y la Sociedade Galega de Historia Natural (SGHN).

Ese análisis microbiológico y la evaluación de los problemas o amenazas que acechan a los anfibios, y no solo en O Grove, sino en toda Europa, llevaron al centro de interpretación del Complejo Intermareal Umia-O Grove citado, a comunicar que hasta ahora el sapo de espuelas “se resiste a dar señales de actividad” en las charcas de Siradella.

“Catálogo Galego de Especies Ameazadas”

Esto hace saltar todas las alarmas, sobre todo teniendo en cuenta que ese es, precisamente, uno de los últimos reductos de esta especie que, según el Decreto 88/2007 del 19 de abril, por el que se regula el “Catálogo Galego de Especies Ameazadas”, se encuentra en la categoría de “Vulnerable” en todo el territorio autonómico.

La ficha del sapo que maneja la Consellería de Medio Ambiente. FdV

En la propia Consellería de Medio Ambiente dicen de esta especie que es “poco conocida y bastante escasa debido a su especialización en cuanto al hábitat preferente”, por lo que se ve “seriamente afectada por la enorme presión urbanística y turística que se de en toda nuestra franja litoral”.

Una prospección de carácter científico desarrollada en la laguna de A Bodeira (O Grove). Estación de Hidrobiología

No está de más indicar, en base a los trabajos presentados por la comunidad científica en relación con el sapo de espuelas (Pelobates cultripes), citado por primera vez en 1829, que es un anfibio que conserva caracteres relativamente primitivos y se distingue por su aspecto rechoncho y pesado y su piel suave, a pesar de tener verrugas.

De 50 a 90milímetros

Con un tamaño medio de entre 50 y 90 milímetros de longitud (las hembras más grandes que lo machos), se le puso el nombre debido al desarrollado tubérculo que posee en el borde exterior de cada pata trasera, de color negro y en forma de uña de consistencia dura, a modo de espuela.

"Es un anfibio de hábitos estrictamente nocturnos que durante el día se entierra gracias a sus espuelas"

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Con una coloración dorsal variable entre gris, pardo clara o verdosa, manchas más oscuras que forman moteados o jaspeados y una zona ventral blanquecina o de color crema, a veces con un moteado oscuro difuso, este sapo también se reconoce por la pupila vertical de sus ojos, con iris de color dorado o verde amarillento, reflejos metálicos y líneas sinuosas negras, según explican los expertos en anfibios y reptiles que lo han estudiado. 

Un momento de la inspección de las charcas de Siradella. Aula de la Naturaleza

Además, apuntan que su tímpano no es visible externamente y carece de sacos vocales, glándulas parótidas y callosidades nupciales. Sus extremidades anteriores presentan cuatro dedos libres, mientras que los miembros posteriores tienen cinco dedos unidos por membranas interdigitales.

Solo en algunos puntos de la Península Ibérica y Francia

Parece que su distribución geográfica mundial se limita exclusivamente a la Península Ibérica (España y Portugal) y a las costas mediterránea y atlántica de Francia.

El destacado trabajo de una asociación naturalista impulsada por jóvenes

La asociación para el estudio de la naturaleza Axena, creada por jóvenes naturalistas, investigadores y/o estudiantes de Biología, Ingeniería de Telecomunicaciones, Imagen y Sonido, y de Traducción e Interpretación de la Universidade de Vigo, arroja datos interesantes sobre el sapo de espuelas, además de mostrar llamativas fotos y vídeos que muestran su comportamiento.

Del que es uno de sus anfibios favoritos dicen que “su presencia resulta escasa en Galicia”, aunque puede observarse en arenales de Barbanza (Arousa Norte) “si somos capaces de reconocerlo” y localizarlo, ya que “no se mueve mucho” para no llamar la atención de sus depredadores y se entierra con rapidez cuando es descubierto.

En Galicia se le situó en el pasado en dos grandes núcleos, uno costero, en las Rías Baixas, y otro interior, en el extremo sur de Lugo y diversas zonas de Ourense.

Suele permanecer en sus madrigueras

Es un anfibio de hábitos estrictamente nocturnos que durante el día se entierra gracias a sus espuelas, creando sus propias madrigueras o bien ocupando las de otros animales, donde pasa gran parte de su vida.

Prefiere lugares con sustrato arenoso o poco compactado en los que enterrarse fácilmente, mostrando una marcada afición a los encharcamientos temporales en zonas arenosas para reproducirse, tal y como explica Guadalupe García Blanco en su trabajo de fin de grado en Biología para la Universidade de A Coruña.

El trabajo de fin de grado en Biología para la Universidade de A Coruña realizado por Guadalupe García Blanco.

El trabajo de fin de grado en Biología para la Universidade de A Coruña realizado por Guadalupe García Blanco.

El mismo en el que reseña que este anfibio puede ocupar distintos hábitats en zonas de altitud baja o media, normalmente por debajo de los 1.500 metros, como zonas boscosas, campos agrícolas, pastizales, dunas, marismas, vegas fluviales y charcas como la de Siradella, donde se alimenta, fundamentalmente, de insectos terrestres, sobre todo coleópteros y sus larvas.

Imagen del vídeo de la asociación para el estudio de la naturaleza Axena que muestra a un sapo impasible ante la llegada de un caracol. Axena

Según diversos investigadores, su período de reproducción en Galicia tiene lugar desde finales de invierno y hasta principios de la primavera, y suele desarrollarse en pequeñas lagunas, pozas de regadío, remansos de ríos y charcas temporales que mantienen agua durante varios meses del año, como solía suceder con la de Siradella y la cantera de Raymundo Vázquez, en O Grove.

Su lento desarrollo larvario es un hándicap

El renacuajo del sapo de espuelas es el más grande de los anuros europeos, siendo el desarrollo larvario lento, con una duración aproximada de cuatro meses, durante los que se alimenta básicamente de algas, fanerógamas, hongos y protozoos.

Esa prolongada fase larvaria condiciona su reproducción, ya que se ve afectado por las alteraciones del medio acuático, y una brusca desecación artificial puede acabar con la especie, al igual que lo hacen la introducción de especies foráneas, el uso intensivo de fitosanitarios o la urbanización de sus hábitats reproductivos.

Imagen tomada en 2009 en la charca principal de Siradella, tras la creación de una zona lúdica con parque infantil. FdV

La historia del anfibio en O Grove y el parque infantil de Siradella 

En el año 2008 la Comunidade de Montes de San Martiño de O Grove y la Consellería de Medio Ambiente se comprometían a aplicar medidas de protección del anfibio porque, según el entonces presidente de los comuneros, Raúl Fraga, este colectivo estaba interesado en “salvaguardar la riqueza natural, ecológica y paisajística” de la laguna de Siradella, por tratarse de un espacio “que queremos promocionar y convertir en una de las referencias medioambientales y turísticas” del municipio.

"Charcas con vida": 77 especies de aves, diez de reptiles y seis de anfibios

En 2018 el Aula de la Naturaleza de Siradella se incorporaba al programa “Charcas con vida” de la Asociación para a Defensa Ecolóxica de Galiza (Adega). Fruto de lo cual se desplegó una actividad para dar a conocer la riqueza de las charcas del monte grovense y el papel que desempeñan en el ecosistema.

Como se dijo entonces, citando algunos inventarios elaborados años antes, estaban habitadas por 77 especies de aves, diez de reptiles y seis de anfibios.

Entre ellas, tres especies catalogadas como “amenazadas”: el sapo de espuelas, la ranita de San Antonio y una planta conocida como “Alyssum loiseleurii”.

El proyecto “Charcas con vida” pretendía difundir los valores de este espacio natural y evaluar su nivel de conservación, de ahí que los biólogos tomaran muestras en la charca principal, caracterizando su entorno y evaluando su estado de salud. 


Lo decía mientras la comunidad ejecutaba el proyecto de creación de un área recreativa que incluía un parque infantil y el acondicionando el aparcamiento, para evitar que los coches y autobuses invadieran espacios naturales de valor.

Aquellas obras reforzaban la zona lúdica de Siradella para favorecer el uso y disfrute del monte, aprovechándolas para tratar de concienciar medioambiental a la población.

Imagen tomada a finales de 2008, cuando se completaba la instalación del área lúdica de Siradella. FdV

Ya entonces se explicaba que la laguna existente en Siradella en la que cría el sapo, o al menos criaba, se había formado “de manera artificial, después de que alguien extrajera camiones de arena, tierra y piedras” en aquel lugar.

Agua de lluvia y filtraciones subterráneas

Gracias a la aportación de agua de lluvia y las filtraciones subterráneas aquel agujero se convirtió en un buen refugio para el amenazado anfibio.

A pesar de que, según los comuneros, se secaba cada verano, de ahí que se dispusieran a impermeabilizarlo para que conservara el agua durante todo el año y así embellecer el entorno y, de paso, beneficiar al sapo de espuelas.

Participantes en la inspección realizada hace unos días en el entorno de la charca de Siradella. Aula de la Naturaleza

Con aquel proyecto, los comuneros de San Martiño de O Grove instalaban sendas peatonales de madera y habilitaban dos rutas de senderismo, una de ellas hacia la conocida como cantera de Raymundo Vázquez, también regenerada entonces.  

Sociedade Galega de Historia Natural (SGHN)

La Sociedade Galega de Historia Natural (SGHN), que durante un tiempo alertó de que el sapo de espuelas podría estar en peligro a causa de las obras en Siradella, presentaba en 2011 el “Atlas de los anfibios y reptiles de Galicia”, basado en cinco años de estudios de campo realizados por 120 colaboradores de toda la comunidad autónoma.

Una inspección de la laguna de Siradella. FdV

Aquella publicación se presentaba como una radiografía del estado de las poblaciones de reptiles y anfibios de Galicia, actualizando así los datos incluidos en el atlas de vertebrados que el mismo colectivo había publicado en 1995 y hacía referencia a datos obtenidos una década antes.

De este modo alzaba la voz para denunciar un alarmante retroceso de especies como el sapo de espuelas o espolones y sobre las consecuencias que la acción del ser humano tiene en los hábitats naturales.

El vilagarciano Moisés Asensi

Un aficionado a la herpetología como el vilagarciano Moisés Asensi, arquitecto técnico de profesión y estrecho colaborador de la SGHN, manifestaba entonces que se había percibido una disminución drástica en poblaciones de anfibios como la rana de San Antonio, el sapillo pintojo ibérico y, sobre todo, del sapo de espuelas, que en algunas zonas “casi ha desaparecido por completo”, indicaba.

La laguna de A Bodeira. Estación de Hidrobiología de O Con

Abundando en ello señalaba que en el sur de Vigo, “donde antes era fácil encontrarlo, no ha vuelto a aparecer, mientras que en O Salnés, antes estaba censado en A Illa, pero a pesar de las muchas veces que fuimos a hacer prospecciones, buscando individuos o larvas en la charca en la que sabíamos que estaba presente, nos fue imposible encontrarlo”.

En Carril y Vilanova

En aquella entrevista concedida a FARO DE VIGO hace justamente una década, aquel miembro de la SGHN añadía que años antes también se habían descubierto poblaciones de sapo de espuelas en Carril (Vilagarcía) y Vilanova, pero tampoco en esos lugares había vuelto a aparecer.

Esto lo llevaba a decir que tan solo estaba presente en O Grove, con “unas poblaciones bastante buenas” en el entorno del istmo de A Lanzada y las canteras próximas que, sin embargo, tendían a reducirse, “debido a los rellenos de charcas”.

Estos fueron los últimos refugios de la especie en la comarca

En su repaso a la situación del sapo de espuelas, y en base a los diferentes estudios elaborados a este respecto durante las últimas décadas, el citado informe se refiere a los que fueron los últimos refugios de la especie en la comunidad y la comarca de O Salnés.


  • O Grove.- En este municipio “existen citas relativamente antiguas sobre la presencia de la especie”. Llegaron a encontrarse ejemplares o larvas en charcas del istmo de A Lanzada, entre los años 2006 y 2009. En la cantera de Raymundo Vázquez hay citas de este sapo entre los años 2003 y 2009; mientras que en el área recreativa de Siradella y su entorno parece haber estado presente entre los años 2007 y 2009. Aunque la investigadora Guadalupe García Blanco advierte de que “a causa de las labores de relleno y acondicionamiento de la cantera (abandonada) se han eliminado charcas donde se reproducía una gran parte de la población, además de realizarse obras para una zona recreativa en Siradella que han reducido al 60% la única charca de reproducción que existía en la zona”.


  • Carril.- Los investigadores a los que ha consultado Guadalupe García Blanco para documentar su trabajo universitario de fin de grado la llevaron a indicar que en Carril “los únicos datos se basan en un ejemplar conservado de la colección de Víctor L. Seoane (1888)” y citas anotadas en 1979 y 1982. “Actualmente es una zona muy urbanizada en la que no hay indicios sobre la presencia de la especie”, explica.


  • Vilanova de Arousa.- En este municipio el sapo de espuelas fue citado en 1979, aunque “no se ha encontrado ningún ejemplar desde 1977”, y “actualmente es una zona muy urbanizada en la que tampoco se ha vuelto a localizar la especie”.


  • A Illa.- Se citó en 1983 y se convertía en la única población insular de Galicia, “pero no se ha vuelto a localizar ningún ejemplar desde 1981”.


  • Cambados.- El sapo de espuelas fue citado en zonas ahora urbanizadas en 1982 y 1983, como también en 1995, “pero no hay datos recientes de su presencia”.  

De este modo, Moisés Asensi incidía en que “el desarrollo urbanístico” había sido un problema importante para los anfibios, en cuyo retroceso influía también “la degradación de los entornos acuáticos de los que dependen y que todos necesitan para criar”.

El relleno de Fexdega y el encajonamiento del río Con

Citaba como ejemplo, en Vilagarcía, “la desecación de la zona de Fexdega, que antes era un pantano muy rico medioambientalmente, donde podían verse animales que no eran fáciles de avistar, como garzas o jinetas”, y el encajonamiento de ríos como el realizado con el Con a su paso por As Carolinas, “donde la construcción de muros de hormigón para evitar las inundaciones terminó con las charcas que existían antes”.

El aparcamiento de Fexdega (Vilagarcía), donde antes había un pantano. Iñaki Abella

En el año 2015, Guadalupe García Blanco presentaba como trabajo de fin de grado, en la Universidade de A Coruña, el proyecto de “Revisión del estado de conservación del sapo de espuelas (Pelobates cultripes) en Galicia”.

“Si bien en la legislación autonómica aparece con la categoría de ‘Vulnerable’, tras la revisión que hemos realizado se puede elevar esta categoría de riesgo a ‘En Peligro”

Guadalupe García Blanco

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En el mismo se proponían diversas medidas de conservación tras haberse observado que, “si bien en la legislación autonómica aparece con la categoría de ‘Vulnerable’, tras la revisión que hemos realizado se puede elevar esta categoría de riesgo a ‘En Peligro”, ya que se había confirmado que es el anfibio más amenazado de la comunidad.

En dicho trabajo se explica que “un elevado número de poblaciones han desaparecido por la eliminación o alteración de las charcas de cría, a causa de la urbanización, rellenos con tierra” y acciones similares, por lo se considera necesario “crear nuevas charcas” en las zonas afectadas.

La movilidad de los adultos

A mayores, “la elevada movilidad de los adultos en el medio terrestre durante las migraciones reproductoras o en busca de alimento”, también los hace “muy vulnerables”, ante el riesgo de atropello, por lo que se planteaba “la instalación de barreras y corredores, al menos en los tramos de carretera próximos a sus charcas de cría y en aquellos lugares donde se haya detectado una elevada mortalidad por atropellos”.

Inspección realizada por Adega y el Aula de la Naturaleza de Siradella, hace tres años. FdV

De igual manera, Guadalupe García Blanco exponía la existencia de “otras amenazas para las que es más complicado plantear soluciones”, tales como “el incremento de la presencia de especies invasoras, tanto acuáticas como terrestres”.

Sin olvidar la acción y amenaza de “especies autóctonas que han experimentado un gran incremento en los últimos años, como es el caso del jabalí”, y el empleo de productos fitosanitarios utilizados en agricultura, especialmente si se hace en zonas cercanas a las charcas de cría.

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