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El albergue de transeúntes está completo y aumenta el reparto de ropa de abrigo

El albergue de transeúntes de Cruz Roja en Vilagarcía abrió por primera vez en el año 1998. | // NOÉ PARGA

Amigos de Galicia distribuye ropa de abrigo y mascarillas. | // CEDIDA

En octubre el albergue de transeúntes de Vilagarcía solamente podía ofrecer alojamiento para cinco personas debido a la reducción del aforo (del 50%) con motivo de las restricciones COVID. Fuentes de Cruz Roja aseguran que actualmente el dispositivo de la Plaza de la Constitución ha recuperado las diez plazas y que todas ellas están ocupadas. Los huéspedes pueden pernoctar durante un máximo de tres noches cada quince días.

Además de incrementar la ocupación en el albergue social, la ola de frío también ha aumentado la solidaridad por parte de entidades y ciudadanos particulares. Sin ir más lejos, la Fundación Amigos de Galicia está llevando a cabo un reparto especial de mantas y todo tipo de ropa de abrigo (gorros, bufandas, guantes, ...) entre familias en situación de vulnerabilidad.

Para conseguir el material, la ONG se ha encargado de comprar las mantas y ha recibido donaciones de una empresa textil y también de distintos vecinos para conseguir toda la ropa de invierno necesaria para sus usuarios.

Mal uso de mascarillas

Además, la Fundación ha aprovechado para distribuir mascarillas quirúrgicas en los hogares después de haber detectado que “muchas de las personas usuarias no hacen un uso adecuado de las mismas por no disponer de los recursos necesarios”. Los cubrebocas fueron adquiridos por la entidad a una firma santiaguesa por importe de 10.000 euros. De forma general, se están entregando paquetes de 50 mascarillas en cada casa, aunque la cifra varía en función de los miembros de cada unidad familiar.

En la actual ola de frío, sin precedentes en los últimos cincuenta años, mucha gente necesita ayuda para calentarse. Hay quienes carecen de sistema de calefacción o, aunque lo tengan, no disponen de dinero para pagar el consumo que genera su funcionamiento, y otras personas que ni siquiera disponen de un hogar, de un lugar digno, en el que guarecerse de las gélidas temperaturas.

Un joven que estos días está recorriendo los sitios que frecuentan los “sin techo” de Vilagarcía para ofrecerles bebida caliente y ropa de abrigo asegura que en la ciudad hay al menos cuatro personas que duermen en la calle, y otras (en mayor número) que malviven en infraviviendas o inmuebles semiderruidos o abandonados, como por ejemplo el balneario de la playa de Compostela.

Suelen acudir cada mediodía al comedor social de Cáritas, pero las opciones de alojamiento se complican, puesto que el albergue de Cruz Roja dispone de diez camas y una misma persona solo puede usar este recurso durante tres días cada dos semanas, pues está pensado para transeúntes.

Además de los servicios de alojamiento nocturno, desayuno y cena para los huéspedes, acogida, valoración y asesoramiento e higiene (duchas y artículos para el aseo personal), Cruz Roja también proporciona a los usuarios kits de frío, compuestos por guantes, una braga para el cuello (tipo bufanda), calcetines y camiseta térmica.

La asamblea comarcal de Cruz Roja en O Salnés abrió el albergue para transeúntes en 1998. A los tres años cerró sus puertas y en 2010 recuperó la actividad, con la financiación y colaboración del Concello de Vilagarcía, organismo que mantiene una estrecha colaboración con las principales entidades sociales de la ciudad, como son Cruz Roja y Cáritas.

El joven vilagarciano logra la colaboración de una ONG para distribuir bebidas calientes en la calle

Un vecino de 26 años de edad de Vilagarcía lleva varios días recorriendo las calles de la ciudad para repartir bebidas calientes y mantas entre las personas sin hogar. La publicación de esta solidaria iniciativa en la edición de ayer de FARO DE VIGO ha ayudado al joven a conseguir mayor colaboración ciudadana que la que había obtenido hasta el momento, tanto para adquirir los alimentos y el material de abrigo como para su distribución en las calles. Una ONG que opera en la capital arousana se puso en contacto con el ciudadano y ayer por la tarde tenían previsto salir a repartir las bebidas calientes proporcionadas por la propia entidad. También otros vecinos a título particular se han ofrecido a colaborar estos días de tanto frío con las personas sin techo. Algunas de ellas al caer la noche se refugian en inmuebles abandonados, si bien pasan todo el día a la intemperie.

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